El classico

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Ya éramos 19 de noviembre, hoy era el día al que asistió al primer clásico, está claro de cuál hablo el Barça - Madrid femenino, el cual se juega en el Montjuic. Tuvimos que salir temprano de casa, ya que el partido empezaba a las 12 y tenemos dos horas de camino hasta Barcelona y luego subir hasta el estadio. Al llegar a Barcelona mi madre aparcó el coche en alguna parte de por allí y nos dirigimos hacia el estadio. Por si no lo había comentado iba a ir al partido junto a mi madre y hermano.

Minutos más tarde ya habíamos llegado al estadio Lluís Companys y estábamos entrando para ir colocándonos en nuestros asientos. Y suerte que elegí los asientos y estábamos en la zona culé porque si fuera por mi madre estaríamos donde los madridistas.

Al cabo de un rato las chicas ya habían dejado de calentar para salir al campo.
El partido iba muy bien, él Barça lo dominaba, tiempo después llegaron los dos primeros goles en la primera parte. Salían para jugar la segunda mitad y entonces un pequeño error de las chicas dio paso a Signe Burrn y metió el 2-1. El partido transcurría con normalidad hasta que Keira Walsh se la pasó a Alexia Putellas y ella misma se encargó de hacer el 3-1. Y así, después de unos minutos, el partido llegó a su final dándole la victoria a las culers.

Al acabar todo el mundo se empezó a levantar y mi madre me dijo que me esperara para pasar más tranquilas, y eso hice, cuando ya no quedaba tanta gente nos levantamos y empezamos a irnos.

Y de repente me choqué con una chica, al disculparme ella también se disculpó conmigo, pero yo rápidamente empecé a buscar a mi madre y hermano, pero no los encontraba y entonces la chica me empezó a hablar.

-¿Oye estás bien? ¿Te has hecho daño?- Me decía ella y yo casi ni la podía escuchar del alboroto que había.
-Perdona, ¿Has dicho algo?- Le pregunté enseguida.
-Decía que si te encuentras bien- Afirmó ella.
-Sí, sí, no te preocupes, gracias- Le respondí

Y yo seguía buscando a mi madre con la mirada, pero ella no aparecía y la chica volvió a hablar.

-¿Es que te has perdido? En ese caso puedo ayudarte si quieres- dijo sin siquiera conocerme
-No es que me haya perdido, es que no encuentro a mi madre- ella rio - Eh que no hace gracia, estaba conmigo y de repente ya no-
-Perdón, es que has sonado como una niña pequeña- dijo - Si quieres venir con nosotras y te ayudamos a encontrarla, ¿verdad, chicas?
-Si vente vamos- respondieron sus amigas

Es verdad iba con más gente, ni siquiera me había fijado, estaba tan concentrada en buscar a mi madre que no me he dado cuenta de nada más.

-Por cierto, yo soy Giulia, encantada- y me extendió la mano
- Martina, un placer- le respondí al saludo

Y fuimos hasta un sitio que yo no conocía, pero a decir verdad estaba bien y hacía menos frío que fuera. Y entonces le pregunté dónde estábamos y cómo pretendía encontrar a mi madre y hermano desde ahí.

-Tranquila de eso se encargaran los de seguridad más que nada para que no pases frío- respondió con una sonrisa en su rostro, la cual hizo que me quedara embobada viendo-la.
-¿Los de seguridad?- le pregunté
-Haces demasiadas preguntas, lo sabes- me dijo riendo- Pero sí los de seguridad

Entonces se dirigió hacia unos de seguridad y les comento la situación, y enseguida ellos se pusieron a buscar. Mientras yo esperaba allí me puse a pensar de que me sonaba toda la gente que había a mi alrededor, y entonces caí que en la chica que me estaba ayudando era Giulia Dragoni jugadora del b y la selección italiana, y sus amigas eran otras del b y por descarte y porque me sonaban supuse que los demás eran familiares de las jugadoras. Y enseguida me sorprendí, no me lo podía creer, había conocido a mi crush del fútbol y ni siquiera me había dado cuenta. Enseguida cogí el móvil y le empecé a decir a mi mejor amiga Sara lo que me estaba pasando, pero ella al mes de creerme se rio y se burló de mí, pero le aseguré que le demostraría que era verdad.

Un rato después Dragoni veía que no venía nadie y que yo estaba allí sola sin conocer nada ni a nadie y se me puso a hablar como si nada.

-Ey, ¿cómo vas?, se ve que a tu familia se le da muy bien jugar al escondite- así fue como decidió romper el hielo y ante su comentario yo reí - Por cierto, ¿y si llamas a tu madre a su móvil?- pregunto
-La verdad que me encantaría, pero justo antes de que acabara el partido se le acabó y mi hermano no tiene móvil- resople y ella lo vio
-Bueno no te preocupes, pronto la encontraran ya verás- me intentó aliviar ella
-Una cosa puedo preguntarte algo-
-Claro, ya veo que te encanta preguntar eh...- rio ella
-Jaja la verdad es que no suelo preguntar mucho- y ella se sorprendió- Bueno a lo que iba, ¿Tú no eres Giulia Dragoni, la italiana 06?- le pregunté tan directa como si nada
-Vaya sabes quién soy y qué directa chica, pero sí. ¿Y una chica como tú de que conoce a alguien como yo?-
-Wow ¿una chica como yo, que insinúas?- y enseguida se puso roja- Pero para aclarar las cosas te admiro, te sigo desde el mundial, tanto con Italia como con el Barça aunque no juegues- le aclare
-Vaya si tengo una fan, quieres un autógrafo o una foto...- se puso chula, pero a decir verdad me gusto
-No hace falta, pero muchas gracias chulita-
-Vaya, ¿y cómo que chulita?-
-Es que de la manera que te has puesto madre mía- reímos las dos enseguida.

-Oye Dragoni, ¿vas a dejar de ligar e irnos ya o qué?- le dijo una chica detrás de ella y enseguida se puso roja.
-Pero qué dices, yo no estoy ligando- se avergonzó ella.

Después de eso enseguida llegó un segurata con mi madre y mi hermano, me despedí de la italiana y ella me dijo que esperaba volver a verme.

Cuando quieras (Giulia Dragoni)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora