Capítulo 2

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Hubo un pequeño contratiempo, después de sacar a Vicente del zoológico para irse los dos encima de él, la gema que los iba a teletransportar cerca de donde se iba a llevar a cabo la ceremonia no funcionó, no había una respuesta para ello. La gema brillaba, esta era la seña de que estaba cargada.

—No lo entiendo–Murmuró Vegetta quién estaba con Luzu montados en el caballo—Está cargada y me muestra los lugares a los que puedo ir, ¿por qué no puedo transportarme?

Luzu apoyó su mentón en el hombro de Vegetta—¿Y si lo intentó yo?

Vegetta negó suavemente, su boca hizo una mueca—No creo que te deje...—Respondió con su tono se voz bajo, Luzu entendió ese tono se voz. Vegetta estaba empezando a estresarse fatal. El azabache duró en silencio unos segundos antes de sacar su intercomunicador.

—¿Qué vas hacer?—Preguntó Luzu, viendo cómo su amigo ponía el menú de menajes directos (Susurros).

–Le voy a avisar a Leo que me voy a tardar— Respondió el príncipe de ojos morados—Madre mía, tuvo que fallar justo hoy... —Vegetta murmuró y Luzu hizo una expresión de compresión. El castaño esperaba que todo le saliera bien a su amigo hoy...

Lastimosamente, quizás eso era pedir demasiado.

Unos minutos más tardes, entre los árboles de un pequeño bosque frondoso un caballo blanco iba a gran velocidad, sus pezuñas hacían un ruido casi parecido a un "Clip clop", debido a la velocidad, por donde aquel caballo pasaba había una estela de pequeños y diminutos cristales y algunos pétalos de flores. Sobre el lomo de este caballo habian dos personas, un chico de cabellos color azabaches y uno de colores castaños.

Ambos parecían ir a toda velocidad como un alma que los lleva él diablo, detrás de ellos de podía oír sonidos de estruendos, el silbido de flechas pasando justo encima de ellos los mantenía alerta para esquivarlas, no sabían ni siquiera como habian acabado de en esta situación. En un momentito estaba empezando a cruzar el desierto para llegar rápido al lugar de la boda y de pronto los habían teletransportado a un bosque con el código, aquel ente que perseguía a los huevos buscando matarlos.

Vegetta hizo aparecer su arco y flecha para dárselos a Luzu quién, trató de atacar al código, pero era un tanto inaudito puesto que cada flecha solo lo traspasaba, sin embargo, lo detenía un poco dándoles tiempo par generar distancia y tal vez saber dónde escapar. Luzu por su lado trató de ver donde estaban con ayuda de sus coordenadas, estaban a casi cuarenta minutos de donde de haría la boda y no habia señal para comunicarse con los demás.

No sabían ni siquiera por qué estaban siendo atacados, lo único que sabían y esperaban es que al menos debían llegar vivos con los demás.

—¡Luzu!—Gritó Vegetta—¿¡Hacia dónde voy!?

—¡Izquierda directo al sureste! Delante de nosotros hay un prado y después un bosque de Sakuras! ¡Hay que cruzar por allí! ¡Quizás lo perderemos!—Avisó Luzu, antes de tomar otra fecha y prepararla para ser disparada cuando se dio cuenta que el código de estaba recuperando del ataque anterior, había una brecha de unos cuantos metros considerable, pero para un ser que flotaba quizás los alcanzaría demasiado rápido.

Vicente saltó una rama entrando en aquel prado de pasto medioalto y flores silvestres. Al norte se veía una gran montaña helada, pero hacía allá no iban. Vegetta aseguró su ramo entre sus piernas, mirando hacia el frente para ir lo más rápido que podían, el bosque de Sakuras estaba justo frente a ellos. En ese momento tuvo una mala idea pero que quizás serviría.

—¡Luzu! ¡Ahorita que lleguemos al bosque yo me bajo y tú ve lo más rápido que puedas a por los demás—Le exclamó el azabache al castaño quien después de lanzar otra flecha con su puntería impecable miró a su amigo como si le hubiera crecido una segunda cabeza.

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⏰ Última actualización: Nov 08, 2023 ⏰

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Una Boda de alto riesgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora