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𝒀𝒂 𝒏𝒐 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒐 𝒎𝒂𝒔.

Fue lo último que escucho de Roier antes de que se separara de el, desde entonces, esas palabras acompañaban a Spreen.

Iba manejando e ignorando todo lo que pasaba a su alrededor, solo pensaba todas las cosas que pudo haber dicho al menos a su favor.

Solo escuchaba la letra de la canción que sonaba, la misma que los dos bailaron en las noches de verano bajo las estrellas.

La lluvia golpeaba la ventana del auto, ese sonido lo embriagaba y hacia que su corazón se consumiera de dolor.

Las luces de los otros autos lo encandilaban y solo pensaba en el dolor de su alma, sentía que el camino se le hacía eterno, una tortura que lo perseguía.

El quería al menos volverle a hablar...quizá ser amigos...pero sabía que si lo hacía...no le iba a ceder la palabra...

—Ahora...¿Dónde estarás Roier, aún piensas en mi?— dijo con un suspiro sabiendo que no lo escucharía aunque quisiera.

—Yo aún te pienso...— sintió un dolor fuerte en su pecho y recordó lo que preguntó a Roier antes de que le respondiera.

𝑸𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒔𝒂𝒃𝒆𝒓 𝒔𝒊 𝒕𝒐𝒅𝒂𝒗𝒊𝒂 𝒕𝒆 𝒒𝒖𝒆𝒅𝒂𝒓𝒂́ 𝒖𝒏 𝒑𝒐𝒒𝒖𝒊𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒑𝒐𝒓 𝒎𝒊.

La carretera llena de autos por el trafico hacia que su muerte en la soledad fuera más lenta, solo el y los recuerdos de su amor.

La madrugada ya estaba cerca, podía ver el sol que salía y se escondía entre las nubes lluviosas.

Recordó cuando en las madrugadas frías, abrazaba y acariciaba el cuerpo desnudo de Roier brindándole de su calor.

Intento llamarlo días atrás, pero solo escuchaba su voz en el tono de contestador, decidió grabar un último mensaje.

𝑻𝒆 𝒆𝒙𝒕𝒓𝒂𝒏̃𝒐 𝑹𝒐𝒊𝒆𝒓.
𝑻𝒖́ 𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒕𝒐𝒅𝒂 𝒎𝒊 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒚 𝒂𝒉𝒐𝒓𝒂 𝒎𝒆 𝒂𝒉𝒐𝒈𝒐 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒂𝒍𝒄𝒐𝒉𝒐𝒍, 𝒏𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒂𝒄𝒆𝒑𝒕𝒂𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒆𝒓𝒎𝒊𝒏𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒕𝒂𝒏 𝒃𝒐𝒏𝒊𝒕𝒂, 𝒍𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒃𝒊𝒎𝒐𝒔 𝒍𝒐𝒔 𝒅𝒐𝒔.
𝑬𝒔𝒆 𝒉𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒉𝒐𝒓𝒂 "𝒕𝒆 𝒂𝒎𝒂" 𝒚 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆 𝒂𝒍𝒆𝒋𝒂𝒓𝒎𝒆 𝒅𝒆 𝒕𝒊 𝒚 𝒕𝒖𝒔 𝒄𝒂𝒓𝒊𝒄𝒊𝒂𝒔, 𝒏𝒐 𝒗𝒂 𝒂 𝒔𝒆𝒓 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒚𝒐...𝒏𝒐 𝒍𝒐 𝒅𝒖𝒅𝒆𝒔...𝑴𝒊 𝒂𝒎𝒐𝒓...

Miro la botella de alcohol a su lado, la agarró y tomó de ella, otra vez, al menos para ahogar su pena, la pena que había dejado el amor de su vida, quien ahora, tenía dueño.

Recordaba todos los sueños que había tenido con el, todas las promesas y las metas juntos, todas se esfumaron como la niebla, que ahora, era compañera de su camino.

𝑻𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒔𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒍𝒐 𝒂𝒎𝒐 𝒂 𝒆𝒍, 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒓 𝒄𝒐𝒏 𝒆𝒍...

Por eso su amor fracaso, porque su alma y corazón ya le pertenecía a otro hombre...recordó que lloro amargamente esa noche, ahogándose en tequila y pidiendo que esto solo fuera una pesadilla.

—Sus labios me decían "te amo" pero sus ojos me rechazaban...— dijo mirando los autos que estaban enfrente de el, apretó el volante por la impotencia que sentía, ese sentimiento que le decía que no pudo hacer nada para impedirlo.

Quería gritarle al mundo que lo amaba ¡Que lo adoraba! Pero sabía que no sería escuchado, ya que todos lo ignorarían, pensarían que era otra alma en pena, otro corazón roto.

Sufrió mucho la perdida de su único amor, su única alegría, ahora le daba miedo de amar a alguien más y terminar igual, con el mismo destino, justo el que estaba viviendo ahora.

Pero ahí seguía, pensando en el chico que tanto amo, se negaba a soltar lo bonito que vivieron juntos, lo que construyeron los dos.

Sabía que había tocado fondo tantas veces por solo su amor, la idea de que Roier gemía por amor a otro y que el lloraba por alguien ajeno, le carcomía la cabeza.

La botella de Vodka a la mitad, Spreen medio ebrio pensando en su Roier, que ahora le era ajeno, en un auto, una carretera ahora despejada en plena madrugada ¿que otro escenario triste podría haber?

Se distrajo por un momento en su teléfono, conduciendo y leyendo mensajes pasados, no pudo evitar que una lágrima se escapara de sus ojos.

𝑺𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆 𝒕𝒆 𝒂𝒎𝒂𝒓𝒆, 𝒆𝒏 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒚 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒐𝒕𝒓𝒂 𝒎𝒊 𝒂𝒎𝒐𝒓.
𝑺𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆 𝒕𝒖𝒚𝒐, 𝑺𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏.

Le escribió, no se daba cuenta que inconscientemente estaba acelerando mientras leía de nuevo los antiguos mensajes, iba muy rápido en una carretera poco concurrida, no hay peligro si es una carretera sola ¿Verdad?

Parece que la suerte no estaba del lado de Spreen...

Estaba tan metido en sus pensamientos y en los mensajes de su antiguo amor que no escuchó los sonidos fuertes de la bocina provenientes de un gran camión de carga pesada que, a su vez, le advertía que podrían chocar y provocar un accidente.

Lo inevitable paso, en cuestión de segundos, pero para Spreen, todo fue en cámara lenta, chocó con el camión, su auto quedó volcado del otro lado de la acera, los cristales de las ventanas volaron por todos lados, algunos incrustados en el rostro y partes del cuerpo de Spreen, había sangre por todas partes, no se podía mover y había perdido toda la fuerza.

También se había golpeado demasiado fuerte con el asfalto en una zona considerada muy sensible de la cabeza, en lo poco que pudo escuchar, vio su teléfono ya que había medio escuchado la notificación que este emitió.

𝒀𝒐 𝒕𝒂𝒎𝒃𝒊𝒆𝒏 𝒕𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒚 𝒕𝒆 𝒒𝒖𝒆𝒓𝒓𝒆 𝑺𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏.

Fue lo último que pudo ver Spreen antes de quedar completamente inconsciente y desafortunadamente partir de este mundo, dejando a su amado atrás.

𝑫𝒆 𝒂𝒒𝒖𝒊, 𝒉𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒆𝒍 𝒄𝒊𝒆𝒍𝒐.

La Carretera... ✰/SpiderbearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora