Cap 2| Miradas que matan

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Es de mañana.

Y lo primero que noto es que estoy humeda, ¡Tuve un sueño!... ¡Tuve un sueño con un hombre que ni vi su rostro!.

Me voy corriendo a la ducha.

No soy consciente de lo que hago cuando: bajo mis manos por mi abdomen hasta llegar a mi coño, separo los labios de mi feminidad y chupo dos de mis dedos, la bajo a mi intimidad, comienzo a agitarla de arriba a bajo.

Mi cabeza se hecha para atras cuando imagino que es el hombre del privado.

Que me embiste y que chupa mi humedo coño, paro, no puedo seguir.

Termino mi tarea de bañarme y salgo del baño, Ya esta, no lo volvere a ver mas.

Salgo a la cocina en bragas y en una playera que me llega hasta los muslos.

Tomo la cafetera y siento un ruido atras mio, me doy vuelta y veo a una rubia que camina despacio, me mira nerviosa y murmura un Lo siento. Abre la puerta entrando al ascensor del Pent-house y se da la vuelta para no tener que verme.

Pongo los ojos en blanco cuando aparece Tanner sentandose en la barra.

— Maldigo el dia que buscamos un departamento los dos juntos — le digo mientras le sirvo una taza.

— Agh, como si nunca hubieras visto salir a una chica de mi habitacion, ademas hace mucho que no traigo a una chica — dice.

— No, claro, por que hace una semana vi salir a un pelirrojo.

— ¿Pelirrojo?, esos no me van.

— Bueno, castaño.

Se encoje de hombros y hace una mueca con lo caliente que esta el cafe.

— ¡Me hubieras avisado que esta asi de caliente! — grita.

— Es cafe, tiene que estar caliente.

- Pero hay cafe frio tambien.

— tú odias el cafe frio, yo odio el cafe frio, ¿por que coño haria cafe frio?.

No dice nada y comienza a beber mas despacio.

Sonrio y el hombre vuelve a mi mente, ojos verdes, musculos, manos grandes, como tomaba mi cintura, yo masturbandome en su masculinidad.

— ¿En que piensas? — pregunta Tanner.

— En el hombre de ayer.

— ¿Te quedaste pensando en tu cliente falso?.

Me dirijo a mi habitacion y tengo a Tanner detras con el interrogatorio.

— Es que tiene unos ojos verdes que no me puedo quitar de la cabeza — digo mientras me cambio de ropa.

— ¿Y te lo follaste? — pregunta recostandose en mi cama.

— No — admito — solo me masturbe en su ereccion.

— Wow, ¿Se notaba grande? — pregunta.

— Si, bastante.

Me saco la camiseta para ponerme el uniforme y el se me queda viendo solo para molestarme.

Hay mucha confianza, nos conocemos desde que una vez cuando tenia cinco años le tire el armamento a la cabeza, estabamos en el prescolar y el me molestaba, me canse y se lo tire.

No me molesta que me vea, ademas el es 50 y 50.

50% vergas.

50% vaginas.

Termino de cambiarme y entra una llamada de papá a mi celular, no doy tiempo a tomar mi Iphone cuando Tanner ya tiene el celular a la oreja.

—Hola papi Bastian — saluda Tanner en tono burlon.

Irresistible Tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora