La ex de mi mejor amigo - SECUELA

CAPÍTULO 1 - La cena

Presente

Marcos

El bullicio en la estación de tren hacía Manhattan era ensordecedor. La multitud corría de un lado a otro despavorida, unos porque el vagón los dejaba, otros en busca de reunirse con algún conocido y otros simplemente se quedaban al margen de tanto caos, como yo en ese momento.

Absorto de la realidad y divagando en mis pensamientos, como solía estar haciendo estos últimos meses. Aun no podía creer que un simple secreto podía habernos destruido tanto en tan poco tiempo.

Regresar a la ciudad simplemente se me antojaba amargo. El recordar como terminó todo me estrujaba el pecho y mi estomago se revolvía.

Caminé indeciso, vacilante o tal vez un poco temeroso fuera de la estación de tren en busca de un taxi que me llevara a casa. Ahí todo estaba normal, tranquilo, se podría decir que nada cambió. Que hasta la diminuta calcomanía que había pegado en la nevera de casa antes de irme seguía intacta.

Era cierto que no había pasado tanto tiempo como para que al menos algo fuera distinto, pero así lo sentía, que habían cambiado muchas cosas.

No con mi familia, pero si con mis amigos.

Después de dos meses, Jess, desapareció. No supe más de su paradero, dejó de escribir, dejó de llamar. Simplemente dejó de pensar en mí.

Intente localizarla, comunicarme con ella, pero nunca respondió.

Con Emmily después de la discusión que tuvimos no nos acercamos más; Jason, seguía en contacto conmigo al igual que Nataly. Al menos eso no había cambiado.

En cuanto a Kylie, ella simplemente se evaporó, pude saber por Nataly que seguían siendo amigas al igual que con Jess, pero que no era la misma. Al parecer nuestro error la afecto de sobremanera y la confesión que recibió ese día la termino por descolocar.

Era la semana de las festividades navideñas y por ende eso significaba ver a los chicos, lo cual no me emocionaba como antes. Cualquiera diría que simplemente podríamos evitarnos, pero el vivir relativamente cerca y que nuestras familias tengan la tradición de pasarlas juntos no lo hacía nada fácil.

¡Ay! La tradición... ¿Quién diría que ese año pasado seria la ultima vez que la pasaríamos todos juntos al iniciar el año y que ahora ni nos miremos?

Ojalá este año de verdad suceda eso del tan mencionado milagro de la navidad.

(...)

El día había pasado tranquilo, la emoción de mi madre al verme llegar solo le duró un par de horas, no puedo decir lo mismo de mi hermana, Megan, creo que ella fue la que más me extrañó en mi ida a la universidad.

Me encontraba alistándome para la cena que mi madre había planeado. Había decidido ir a un restaurante para celebrar mi llegada y aunque me sentía cansado, no podía negarme a ir al ver el rostro lleno de emoción de mi madre y simplemente no podía hacerla cancelar la reservación después que dijera que casi no lo consigue.

Estaba listo, mi traje estaba impecable al igual que mi cabello, que ya venia siendo hora de recortarlo un poco.

Ya estábamos en nuestra mesa y me encontraba ojeando el menú cuando el camarero llega para anotar nuestra orden.

¡Al fin! Moría de hambre. 

Pero, al parecer mi madre tenia otros planes porque a la hora de decir que se me antojaba comer esa noche fría, mi madre me interrumpió y sus palabras me tomaron por sorpresa.