silence

⇝ capítulo dos: "lo íntimo siempre desaparece"

No lo malinterpreten, JungKook sabe que lo que él y HoSeok hacen es cruel, que follar como si ninguno estuviese enamorado del otro no es lo indicado, pero aun así no puede evitarlo.

HoSeok es tan malditamente adictivo y JungKook es tan malditamente débil.

Aunque no todo es culpa de HoSeok.

Es culpa de ambos, JungKook lo sabe.

Kook es tan malditamente provocador y HoSeok es tan malditamente débil.

Ambos son débiles y no pueden parar, aunque quieran.

No pueden no rendirse ante el otro.

Están tan malditamente enamorados.

— H-HoSeok — el pelinegro deja salir un jadeo largo, roto, mientras Seok le embiste lentamente, tocando su punto dulce sin hacer ningún esfuerzo.

HoSeok es tan malditamente bueno en éso, que a JungKook no le sorprende saber que tenga una vida sexual tan activa.

¿Quién no querría estar con HoSeok?

JungKook flexiona las piernas para que el ángulo sea aún mejor y luego expone su cuello, dejando que HoSeok le bese, le haga marcas y le reclame como suyo sin utilizar palabras. JungKook está dispuesto a exponerse ante HoSeok.

— JungKook — el castaño le muerde la piel del cuello antes de besarlo suave en los labios —. JungKookie — gime.

El nombrado sólo puede corresponder los besos y masturbarse más rápido.

Están al borde del clímax.

Una nueva embestida les nubla la mente y los hace gemir muy ronco.

¿Cuándo comenzó todo éso? ¿Cuándo empezaron a follar (en sus mentes lo llaman "hacer el amor") para ocultarle al otro lo que sentían? ¿Cuándo y por qué lo hicieron? Ninguno lo sabe con exactitud.

O, al menos, éso es lo que se repiten todos los días.

Lo único que ambos saben a ciencia cierta es que, luego de la primera vez, ninguno pudo ni quiso parar.

Luego de la primera vez en que sus cuerpos se juntaron, comenzaron a buscarse con toques íntimos y disimulados, pero luego de un tiempo ese pequeño contacto no fue suficiente.

Empezaron a buscarse incluso cuando sus amigos estaban cerca, cuando estaban en la discoteca y bailaban juntos, cuando JungKook se sentaba en el regazo de HoSeok pues "no había más sillas", cuando no debían hacerlo.

A sus cuerpos no les importaba buscar al otro en los momentos menos oportunos. Se necesitaban, pero aquél contacto tan íntimo se esfumaba cuando ambos se daban cuenta de cuán íntimo era aquello.

Y cuando sus mentes parecían darse cuenta de que no era correcto tocar al otro de forma tan íntima, el contacto que antes era suave se hacía brusco, grosero y muy doloroso. Les rompía el corazón tocarse así, pero sabían que debían hacerlo.

Lo íntimo no era correcto.

Ambos sabían éso.

Eventualmente, cuando los toques se volvían tan bruscos que podían llorar por lo mal que se sentía, Jung HoSeok se alejaba rápidamente para buscar un nuevo ligue, un polvo de sólo una noche con el cual alejar su dolor, pero al que no miraba a los ojos por miedo a ver el rostro de JungKook. Mientras tanto, JungKook se iba a casa con el corazón roto y esperando paciente a que la mañana llegara, pues sabía que HoSeok lo despertaría con besos en el cuello y lo haría olvidar su dolor.

Siempre era así.

Estaban acostumbrados a éso.

Kook y HoSeok sólo follaban (hacían el amor) cuando el dolor que sentían en sus corazones era tan grande que ni siquiera se podía aliviar follando con un extraño.

Éso nos lleva al por qué HoSeok está besando cada para del cuerpo de Jeon JungKook como si fuese una obra de arte capaz de romperse, el acto siendo tan delicado e íntimo que ninguno de los dos quiere que termine.

Quieren estar siempre así.

Quieren fingir que todo está bien.

HoSeok vuelve a besar a JungKook en los labios, sonriendo débil cuando el pelinegro le hace caricias en la nuca y lo acerca más a su cuerpo con ayuda de sus piernas, las cuales se cierran en torno de su cintura.

Están tan pegados que casi parecen un solo cuerpo.

Están tan pegados que sus corazones laten desesperados, al mismo tiempo.

Están tan pegados que todo lo que los rodea se siente correcto.

Ellos saben que es correcto estar así: juntos, amándose sin importar qué.

— JungKookie — HoSeok vuelve a gemir, no sabiendo decir más que éso.

— HoSeokie — JungKook le responde de la misma manera, lloriqueando débil.

Tan cerca.

Las embestidas se hacen más y más rápidas, los besos se convierten en un desorden lleno de jadeos, mordidas y palabras mal pronunciadas, pero no les importa. Nada les importa ya, pues sus miradas se han encontrado y éso es todo lo que necesitan.

Así, murmurando sus nombres y con sonrisas en sus labios, el clímax llega a ellos de manera arrolladora, los abraza con mucha fuerza para luego lanzarlos al abismo del placer. Placer que HoSeok se encarga de alargar con suaves embestidas mientras besa a su menor con todo el amor que le tiene.

Tan íntimo.

JungKook abraza a HoSeok contra su cuerpo, dejándolo sin escapatoria por lo que parecen horas, y lo besa como si no hubiese un mañana.

Tan correcto.

Lamentablemente para ellos, la mañana llega más rápido de lo que esperaban, haciéndoles ver que se están besando de forma muy íntima. Y tan rápido como el primer rayo del sol los saluda, ambos se separan. Seok sale rápidamente de allí para dirigirse a la ducha mientras que JungKook se abraza a sí mismo, cubriéndose con la sábana blanca.

La incomodidad ha vuelto a ellos.

Y todo, nuevamente, es incorrecto.