🥀Todos Queremos Tu Corazón..🥀 Ayano x Male Rivals

Secuestrado

⚠️Aviso⚠️

Este capítulo estará centrado en lo que ve Amao al entrar en aquel callejón de el capítulo anterior.

Este capítulo contiene:

- violencia
- secuestro
‐tortura

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Se que quizás suene extraño, pero.. mientras iba caminando con Ayano luego de las audiciones para el nuevo casting de la obra de el club de Drama logré ver un rostro familiar en un callejón, junto con una risa y unos ojos grises que me seguía con la mirada. Decidí acercarme para confrontarme a quien sea o lo que sea que estuviera ahí, a pesar de no tener demasiada fuera. Lo último que recuerdo era una voz hablando detrás de mi. Una voz familiar.

- Así que, Odayaka.. tienes algún interés romántico por la chica con la que caminabas?- preguntó aquella voz. Me quedé mudo. Era.. Taro Yamada? No. No podía ser. Me negaba a creerlo. Retrocedí levemente y choqué con él, mi corazón latía a mil. Y si él quería lastimar a Ayano-Senpai? No podía permitirlo.
- Te contaré un pequeño secretito- dijo seguido de una risa. - Yo soy el responsable de la muerte de Najimi. Yo envenené su bento- admitió Yamada. - Pero.. no quisiera ver a mi amada sufrir- dijo. Escuché como sacaba algo de su bolsillo. Estaba armado y yo estaba totalmente indefenso. No logré recordar nada más. Únicamente sentí un dolor bastante agudo en mi cuello y luego caí desmayado.

Desperté en un sótano con Taro frente a mi. No era nada difícil comprender la situación.

- Q..qué es lo que quieres!?- hablé sin recibir respuesta. - No me asustas, Yamada- hablé un tanto nervioso.

- Estás seguro?- me habló. Me era difícil moverme. Escuchaba a Taro reírse mientras me provocaba heridas en mi cuerpo, ahorcarme con una soga, golpearme, entre más cosas.

- P...por qué me haces esto.. ¿Alguna vez te hice daño?- le pregunté entre sollozos.

- No quiero que te acerque a Aishi- me dijo yendo por un bate de béisbol.

- Y.. Yamada.. no hay necesidad de hacer esto!.. P.. podemos hablarlo..!- intenté hablar aun entre lágrimas. No me escuchó. Lo último que recuerdo fue haber quedado inconsciente y unas palabras.

- Ella nunca te pertenecerá..- me susurró al oído antes de que cayera inconsciente por completo.

A la mañana siguiente mi uniforme estaba completamente lleno de sangre debido a las heridas. Escuché como Taro bajaba al sótano. Intenté resistirme, aunque eso provocó que las heridas fueran aún mayores.

No se exactamente cuanto tiempo estuve ahí abajo, pues no tenía ventanas. Pero debieron haber pasado semanas.

- Taro.. yo solo... quiero pedirte una cosa..- hablé luego de las torturas diarias que recibía. Él pareció escucharme, así que continué. - Te lo suplico.. no lastimes a Ayano- dije con mis ojos llorosos. Él pareció estar conmovido y arrepentido por lo que estaba haciendo, únicamente asintió.

Los días pasaron y el continuaba haciendo profundas heridas en mi cuerpo, además de generar me graves quemaduras con un encendedor. Pero poco podría preocuparme lo que me pasase, más me preocupaba el bienestar de Ayano. Que nada le ocurriera.

Tenía un recurrente sueño extraño en el que Taro se le declaraba a Ayano, pero ella al rechazar sus sentimientos fue secuestrada y obligada a casarse con él. Las alucinaciones con aquel sueño no tardaron en aparecer.