𝐆𝐇𝐎𝐒𝐓𝐅𝐀𝐂𝐄 • ʸᵐ

única parte

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Jimin se miró al espejo y sonrió satisfecho. Su disfraz era perfecto. Llevaba un vestido rojo ajustado que resaltaba sus curvas, unos tacones negros que le hacían parecer más alto, además de un maquillaje oscuro que le daba un aire misterioso. Se había puesto unas lentillas rojas que le hacían parecer que tenía fuego en la mirada, y unos cuernos negros que sobresalían de su cabello rubio.

- Estás impresionante, Jimin. - Le dijo su mejor amigo, Taehyung, con quien iría a la fiesta de Halloween. Taehyung iba disfrazado de vampiro, con una capa negra, unos colmillos falsos y unas lentillas blancas.

- Gracias, Tae. Tú también estás muy guapo. - Le devolvió el cumplido Jimin. - ¿Estás listo para divertirte?

- Obvio que si. Vamos a arrasar en la fiesta. - Dijo Taehyung, cogiendo a Jimin del brazo y saliendo del apartamento.

La fiesta se celebraba en una casa grande y lujosa, propiedad de un amigo de Taehyung. Había mucha gente disfrazada de todo tipo de cosas, desde brujas y zombis hasta superhéroes y personajes de películas. La música sonaba a todo volumen y el ambiente era festivo.

Jimin y Taehyung entraron en la casa y se dirigieron al salón, donde había una mesa llena de bebidas de todo tipo. Jimin cogió una copa de vino y se la llevó a los labios, mientras observaba a la gente bailar y charlar.

- ¿Ves a alguien que te guste? - Le preguntó Taehyung, que estaba a su lado.

- No, todavía no. - Respondió Jimin, encogiéndose de hombros. - ¿Y tú?

- Tampoco. Pero no te preocupes, seguro que aparece alguien que te haga olvidar hasta de tu nombre. - bromeó Taehyung, dándole un golpecito en el hombro.

- Ojalá. - Dijo Jimin, suspirando. - Quiero pasar una noche divertida y olvidarme de todo.

- Pues entonces, vamos a bailar. - Propuso Taehyung, tirando de Jimin hacia la pista de baile.

Jimin se dejó llevar y se puso a bailar con su amigo, siguiendo el ritmo de la música. Se sentía libre y feliz, disfrutando del momento. No se dio cuenta de que alguien lo miraba desde una esquina, con una máscara blanca y una capucha negra que le cubrían el rostro.

Está persona había visto entrar a jimin por la puerta desde hace rato, Le parecía el chico más caliente que había visto en su vida, y le encantaba su disfraz de demonio. Quería acercarse a él y hablarle, pero no se atrevía. Era demasiado tímido y no sabía cómo romper el hielo. Así que se conformaba con mirarle desde lejos, admirando su belleza y la sensualidad que irradiaba.

Pero entonces, se le ocurrió una idea. Recordó que su disfraz era de un asesino, y que podía acercarse a jimin y tal vez jugar un poco.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca, sacó un cuchillo de plástico que llevaba escondido en su manga y lo puso en el cuello de Jimin, mientras le susurraba al oído.