El triunfo de su compañero de equipo fue algo que no se esperaba pero con las mejoras del auto era inevitable que eso no llegará a suceder, sobre todo cuando aquel fin de semana tuvo un mejor rendimiento qué él.
Estar en segundo lugar no era lo que más le agradaba, pero estaba intentando mejorar en sí mismo para que aquello no siguiera afectando su vida de esa manera.
Ya no dejaría que sucediera de nuevo.
Una amplia sonrisa se posó en sus labios al ver tan feliz al omega que amaba, sabía lo orgulloso que se sentía cada que su himno sonaba a tal escala, así era Sergio, tan orgulloso de sus raíces y de poder representarlas.
El inicio de temporada pintaba bien para ellos, eso era algo que lo hacía sentir bien pues el auto era superior a los de sus rivales aunque eso no era lo que más le importa en aquellos momentos, era el omega que celebraba su primera victoria de la temporada.
Tras terminar con las celebraciones y entrevistas se fue directamente a su habitación de descanso, pensando en la manera de poder acercarse a su compañero y entablar una conversación con este.
Lo sabía, Sergio lo estaba evitando, y aunque frente a cámaras todo parecía normal fuera de estás, el contrario ni siquiera lo miraba y eso era lo que más le dolía.
Durante el tiempo que estuvieron separados sufrió como nunca había imaginado, sintiéndose completamente destruido, tanto que tuvo que buscar ayuda debido a su estado.
Ahí lo había entendido, en aquel momento donde estuvo en lo más bajo, que no quería perder a Sergio.
Fueron momentos horribles que si no fuera por sus amigos no habría tenido el valor para seguir adelante, gracias a ello, había comenzado a hacer cambios en su vida.
El primero fue buscar ayuda con un especialista, la primera sesión fue lo más incómodo de su vida pero al final de está se sintió un poco más aliviado, sabía que tenía mucho por lo cual trabajar.
Otro cambio importante fue el establecer límites con mi familia, principalmente con mi padre, fue incluso peor de lo que imaginaba, pero no di mi brazo a torcer, así que al final termine diciéndole a mi padre que no se metiera en mi carrera como piloto y menos en mi vida personal, que lo amaba pero que ya no permitiría que me dijera cómo era que tenía que vivir.
Hasta la fecha mi padre no me había dirigido la palabra, pero mi madre me dijo que no me preocupara y le diera tiempo, así que eso fue lo que hice.
Al final mi prioridad era poder hablar con Sergio, se que lo herí mucho y que lo menos que podía hacer era disculparme si es que quería tener al menos una oportunidad de pertenecer a su vida.
Tenía pensado en arreglar todos los errores que cometí, de eso no tenía duda, quería demostrarle que me encontraba completamente arrepentido.
No quería seguir siendo el Max que conocía, quería ser una mejor versión mía, una que pudiera hacernos feliz a los dos.
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