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Jin continuo sus días normales, solo con ese pequeño malestar mental que tenia nombre y apellido, si, Toji Fushiguro no salía de sus pensamientos, ese fornido hombre lo tenía loco, no dejaba de pensar en él, se preguntaba que estaría haciendo ahorita mismo, quizás el azabache ni pensaba en él y el pensandolo en todo momento.

Paso una semana así. Estaba en su consultorio, guardado sus cosas, ya iba de regreso a su hogar luego de largas horas de sesiones con personas mentalmente inestables que necesitaban a alguien para ser escuchados, y eso era en lo que Jin era bueno, le encantaba escuchar a las personas para que se desahogaran de sus miedos y malestares más profundos que atormentaban sus pensamientos. Estaba cerrando con llave el consultorio cuando su celular vibro con una nueva notificación. Lo saco de su bolsillo y se sorprendió al ver que era un número que no tenía registrado en sus contactos, por que sus pacientes o personas que querían una consulta con él se comunicaban al número de su secretaria.

 Lo saco de su bolsillo y se sorprendió al ver que era un número que no tenía registrado en sus contactos, por que sus pacientes o personas que querían una consulta con él se comunicaban al número de su secretaria

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Extrañado desbloqueo su celular y respondió al número desconocido.

Muy desconcertado no tuvo de otra más que ir, la verdad si llamaría a la policía si notaba alguna intención maliciosa en el extraño que le acaba de, no pedir, si no ordenar que fuera a esa ubicación

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Muy desconcertado no tuvo de otra más que ir, la verdad si llamaría a la policía si notaba alguna intención maliciosa en el extraño que le acaba de, no pedir, si no ordenar que fuera a esa ubicación.


Jin no tenía auto, muchas veces sus hijos le habían comentado que debería de comprarse uno, pero la verdad no le hacía falta, los taxis le facilitaban más, un auto era responsabilidad, si tenía algún desperfecto tenía que llevarlo al mecánico y así, por eso prefería mejor caminar o viajar en taxi. Al salir del edificio donde estaba su consultorio, pidió un taxi, y en segundos que pasaba uno se parqueo frente a él, se subió y le dio la ubicación.

Llegando a la lugar de dicha cita extraña, se dio cuenta que era un restaurante, mucho más extrañado pago el taxi y bajo, subió las pocas gradas que tenia la entrada de dicho restaurante, no era tan grande pero tampoco pequeño.

- Hey.

Jin escucho un llamado a su espalda y se estremeció al escuchar esa rasposa voz. Volteo a su encuentro.

- Toji...

- Que pasa, parece que has visto a un fantasma.

Jin se sonrojo por eso dicho. - Bueno, es que ese fantasma se fue luego de tener sexo conmigo y no supe de él durante una semana.

Sentimientos Inesperados [ToJin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora