• Quackity no puede recordar cuando fue que su vida dió un giro de 160 grados, tal vez fue cuando sus padres murieron o cuando se casó con alguien que no era exactamente el indicado, pero lo que realmente no puede recordar es que alguna vez se haya rendido.
• Ajá, porque Alex Quackity puede ser muchas cosas menos una persona que se rinda fácilmente y eso le ha llevado a pasar por muchas cosas, ya sean buenas o malas, pero aún así él está agradecido por la vida que tiene y que espera seguir teniendo por mucho más tiempo.
• Aún después de los problemas que tuvo con su hermano, con su esposo, con sus amigos y aveces incluso con su hijo. Quackity no se ha rendido.
• Pero la verdad es que aveces si le gustaría hacerlo, como cuando debe despertarse temprano en la mañana por ejemplo.
• El irritante sonido del despertador invadió los oídos de Quackity, haciendo que este casi saltará de la cama ¿quién lo manda a poner el mendigo reloj a las seis de la mañana? Ah, si, el hombre a su lado que no lo deja dormir por sus fuertes ronquidos.
—Apaga esa mierda...— Murmuró el hombre a su lado con una voz adormilada y ronca, probablemente porque anoche decidió que sería una buena idea quedarse bebiendo y fumando hasta tarde.
—Si, ya voy— Quackity respondió, estirando su mano para apagar el despertador de color azul pastel en su mesita de noche —¿Tienes mucho trabajo hoy, amor?— Le preguntó el chico de cabello azabache a su marido, destapando el cuerpo del hombre más alto.
—... Cómo siempre, si— Respondió el esposo de Quackity, abriendo lentamente los ojos y frunciendo ligeramente el ceño. —¿No puedo quedarme aquí durmiendo? No es como si no tuviera empleados que hagan el trabajo por mi— Dijo, sentando en la cama y tocándose sus afilados cuernos para confirmar que no se le habían roto mientras dormía o algo así.
—Ja, me gustaría pero lamentablemente no, eres el presidente así que no es como que puedas decidir cuando o no ir a trabajar—Quackity estiró sus alas con un equeño gemido agotado.
• Jschlatt solo gruñó en respuesta y se levantó de la cama, revelando su cuerpo semidesnudo lo cual Quackity no desaprovechó y se lo saboreó con la mirada unos largos segundos antes de hacer lo mismo que él, pero bueno ¿quien no quisiera poder ver a un hombre como Jschlatt sin camisa?
• Su marido salió de la habitación para dirigirse al baño y ducharse, Quackity se levantó de la cama y se puso sus pantuflas para ir a la cocina. Tenía que prepararle el desayuno a Jschlatt antes de que el humor de este empeorara.
• Normalmente así era todos los días, Quackity se despertaba a las seis y, si Jschlatt no despertaba junto a él, despertaba a su esposo, le preparaba el desayuno y luego dormía unos cinco minutos más para después despertar a Tubbo y finalmente llevarlo a la escuela.
• Decidió que debería hacer pancakes para su esposo y así darle a Tubbo los que sobraran además ya tenía bastante experiencia preparando cosas así para su hijo y su cónyuge.• Quackity aprendió a cocinar desde muy pequeño, ya que sus padres murieron cuando él, su hermano y sus primos tenian una corta edad, su hermano mayor tenía que encontrar una manera de sacar adelante a la familia, si bien está no fue la manera más santa o pura posible, lo logró y como su hermano estaba demasiado ocupado trabajando, Quackity empezó a aprender a cocinar para él y sus primos mayores.
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•La Familia•
FanfictionLa vida matrimonial puede ser caótica, sobre todo si eres Quackity. Afortunadamente este pequeño híbrido de pato ha sabido arreglárselas a pesar de todo. Los problemas con su esposo, con su hijo, con su hermano ¡E incluso con un pendejo que no sabe...