Hay una delgada línea entre ser una buena persona o no, pero... que lo determina? Diariamente luchamos por demostrar que somos buenos, a tal punto que nos preocupa más que las personas piensen que es así, que en verdad serlo.
Hoy me levanté de la cama con el pie izquierdo, rápidamente me di cuenta e intente detenerlo, pero ya era tarde mi pie había tocado el suelo, fue una noche de desvelo donde la fría lluvia había tejido un velo que matizaba entre melancolía y soledad el color del cielo, silbaba el viento tan fuerte que se podía escuchar a través de la lluvia cual grito de un sarraceno, luchaban las nubes entre si para imponer sus truenos, un pensamiento recurrente aparecía como si fuese la gota que caía en el cántaro de un alfarero, armando ideas y conclusiones que me hacían parecer un ser severo.
Luego de esta noche continué mi día pero era un día extraño, como cuando ves una foto de antaño y extrañas tanto esos momentos que hasta te hacen daño, vivir en el pasado es algo angustiante más aun sabiendo que eras tan feliz antes, pues no tenías que preocuparte por nada, sólo que mamá para el cine comprase una entrada, qué abuela te preparase una chocolatada, que tus amigos se reúnan en la cuadra para jugar, añorar semana santa para ir a ver el mar o encontrar varillas finas construir tu cometa y echarla a volar.
Hoy no quiero hablar con nadie, pues a nadie voy a tratar bien, es mejor así porque no lo haré por hipocresía, como cuando te dan los buenos días y los devuelves por cortesía, en realidad no deseas que esa persona tenga un día bueno, pues ni siquiera te importa si tiene un día. Hoy no quiero que mis buenos modales se expresen, estos hacen que pese más cargar con el prejuicio que se supone debo mostrar, hoy no esperen que mis palabras de aliento los alcance, siento que camino pero no veo avance, solo veo gente jactarse de ser ejemplo para ante la sociedad manifestarse, se perdió el color en mi carisma y en mi sonrisa el contraste, los buenos deseos de mi cora han entrado en transe, inyectando veneno hasta saciarse con la serpiente de mi alma he aprendido a hablar en pársel, se volvieron a romper heridas que tardaron en curarse.
Y por pensar todo esto no soy bueno? Prefiero vivir una vida siendo sincero, antes que caer en el error de no sentirme pleno, hoy me convierto en un verbo algo que indica una acción, alejando de mi vida los adverbios personas que quieren modificar esa accion. En la escritura me refugio pues de esto me alimento, plasmar mi mente en un texto es lo más honesto que veras de mí; pues es mi epicentro. Tal vez escribí todo porque quería sacarlo a tiempo, o solo tal vez fue porque me levanté con el pie izquierdo.