Tentación (+18)

¿Cuándo? ¿Cómo...?

¡Hola! Aquí de nuevo con el primer capítulo de esta historia, antes no lo había mencionado pero debido a la trama su clasificación es +18, recomiendo leer con discreción.
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-Estás horrible -dijo Claudia- Dejó la cámara con cuidado en una silla de vinilo naranja en el despacho de Alejandro y se sentó en otra silla a juego.

Castaño, apuesto, misterioso y con un estilo que hacía que siempre pareciera que acababa de salir de las páginas de una revista, Él hacía volver cabezas en una multitud.

Una chica en la universidad había comparado una vez a los dos amigos con Apolo y Hades. Eran opuestos tanto en aspecto como en personalidad. Alex era oscuro e introvertido, y ella era brillante, habladora y extrovertida; aunque no todo el tiempo.

Pero Alejandro se había mostrado preocupado y tenso por teléfono cuando le pidió que fuera a verlo y su aspecto producía la misma impresión.

- ¿Qué ocurre?

Él se sentó en el borde de la mesa de acero inoxidable y columpió una pierna.

-Hace mucho tiempo que somos amigos.

Clau asintió con la cabeza. Se habían conocido en una clase de fotografía en la universidad, la primera que Claudia impartía como profesora, a pesar de eso habían descubierto un interés común por el arte e iniciado una amistad que se había prolongado durante años. Alejandro le había lanzado un salvavidas que había evitado que Claudia se ahogara en su propia soledad. Y ella, a su vez, le había servido al otro de ancla y le había proporcionado estabilidad. Los padres de él eran cariñosos y extrovertidos, pero volubles.

Por su parte, no sabía si habría hecho carrera en la fotografía si su amigo no hubiera creído en ella. Y Claudia, a su vez, había ofrecido contactos muy valiosos a su amigo cuando éste se decidió a abrir la galería.

-Sabes que eres la madre que siempre quise tener - Un cojín fue lanzado a su dirección - Bueno bueno hermana, siempre he pensado que podía contártelo todo.

En otro tiempo, ella también había pensado lo mismo. Hasta que descubrió que había cosas que no le podía decir a su mejor amigo. Como que estaba enamorada de su prometida, por ejemplo.

-Espero que siempre seamos amigos -continuo el castaño.

-Alex, a menos que hayas asesinado a una vieja con un hacha, yo siempre seré tu amiga -se encogió de hombros-. Seguramente sería también tu amiga incluso en ese caso. ¿Por qué no me dices a qué viene esto?

-Soy gay.

- ¡Oh!, vamos.

Primero Alejandro la llamaba y le echaba el sermón de la amistad y ahora se dedicaba a hacer el tonto cuando ella tenía una sesión de fotos programada para tres cuartos de hora más tarde. Su amigo tenía un sentido retorcido del humor y un sentido nefasto de la oportunidad.

-No lo digo en broma. Es verdad. Soy gay.

Se quedó de piedra. ¿Era gay? ¿Cómo era posible? Habían sido amigos íntimos durante más de una década. El era una de las pocas personas heterosexuales en una profesión que atraía a las homosexuales como la miel a las moscas y siempre sabía cuándo alguien era y no, pero... Además, debía estar bromeando pues estaba comprometido con Dayren, se acostaba con ella de manera regular.¿Y ahora decía que era gay?

- ¿Cuándo? ¿Cómo...?

-Quizá bisexual lo defina mejor - se pasó la mano por el cabello corto-. En los últimos años me he sentido cada vez más atraído por los hombres -movió la cabeza y soltó una risa seca y carente de humor.