Headline-sunsun [Adaptación]

Capitulo 3

—¿Por qué, Sunoo? Respóndeme.

El cuerpo del ojiverde no reaccionaba, pero por más jodida que pareciera su mañana en esos momentos, lo jodida parecía su vida.

Hasta que lo sintió.

Sus mejillas se sonrojaron. Estar en esa posición en el suelo no le favorecía en absoluto.

Sintió como salía de dentro suyo lentamente hasta el suelo, lo que probablemente era lo que creía.

Semen.

—¡Mierda!

Sunghoon se acercó a él y lo alzó en brazos para pasarlo en el nido que habían hecho ambos en medio de la cama del alfa.

—Está bien —besó su frente. —Descansa y no hablaras con ese beta.

Sunoo quería gritarle y decirle que era un mal alf- una mala persona por prohibirle hablar con su mejor amigo.

★

—¿Qué haremos, Jay? —Jungwon lloraba sobre el hombro del alfa castaño, mientras este colgaba más carteles de "Desaparecido" con la cara de Sunoo. —Tal vez ya vendieron sus órganos —sus ojos estaban tan rojos e hinchados que espantaba a los peatones de la calle sin mencionar que su rostro estaba sonrosado porque por desgracia del rubio, él era una de esas personas que se ponían rojas por todo y más cuando sus emociones se encontraban elevadas.

—Calma, Jungwon. Él suele desaparecer días, pero siempre vuelve —intentó calmarlo Jay.

Él rubio negó con la cabeza.

—No contesta mis llamadas ni mis mensajes —estornudó en su pañuelo blanco que volaba de su mano, el mismo con el que limpiaba sus lágrimas. —O un alfa se lo llevó.

Jay no podía negar aquello que también se encontraba preocupado por ello había imprimido una cantidad exagerada de carteles con los datos de Sunoo para ubicarlo. Las veces que Sunoo desaparecía era porque había llegado su celo o simplemente en una de sus crisis existenciales del mes, pero siempre se mantenía en contacto y eso era lo que no había hecho estos últimos días. La policía estaba al tanto, ya habían hecho la constancia y simplemente les tocaba esperar.

—Era tan joven —Jungwon siguió llorando, mientras le pasaba más carteles para pegar.

—Jungwon, por favor.

★

—Sunghoon —. Llamarlo por su nombre era tan extraño que incluso sonaba inapropiado.

El alfa ojiazul volteó hacia él mientras limpiaba la habitación. Se había vestido con una camisa ajustada a su cuerpo fornido y bien formado y unos simples pantaloncillos.

—¿Te sientes mejor? No has comido adecuadamente-

—Mi celular —dijo Sunoo. —Lo quiero.

La expresión del alfa cambió por completo.

—¿Qué es tan urgente como para necesitarlo tanto?

¡Todo! Mi celular es mi vida, hubiera dicho él ojiverde.

—He pasado tres días aquí, estoy seguro que mis amigos deben estar preocupados —la expresión de Sunghoon no cambió. —Por favor... ¿Alfa? —sus mejillas se tornaron rojas una vez dijo esa palabra.

Sunghoon salió de la habitación.

La cagué, pensó Sunoo.

—Toma —Sunghoon llego de inmediato con su celular en la mano. —No dejaba de vibrar así que lo apagué.