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El ambiente se seguía sintiendo con una pesadez insoportable por lo que me costó bastante abrir los ojos. Al hacerlo, lo primero que hice fue mirar mis brazos, que estaban curados completamente, y sorprendentemente no había ni un solo rastro de los cortes.

Mateo, Mateo, Mateo - la mujer colorada apareció al lado de mi cama, vestida con un largo vestido negro con un tajo pronunciado en una de las piernas - por fin despertas, ya me había aburrido acá sola

Quien sos? - indague arrastrando un poco las palabras

Alouqua, tu heroina - sonrió dejándome ver sus colmillos, que de cerca se veían más grandes de lo que recordaba de mi sueño - casi te vas a tocar el arpa con el de arriba - se burló

Qué hora es? - dude sentándome en la cama

Hora de dejar de hacer preguntas y de aclarar un poco la razón por la que estoy acá - me agarro el mentón clavándome un poco sus largas uñas

Ya se porque estas acá - sostuve quitando su mano con fuerza - ya me lo contó Nadine

Esa siempre está arruinando mis planes - palmeó mi mejilla derecha - bueno, entonces si lo sabes, me ahorras mucho, mucho tiempo

Chasqueó la lengua, agarro la tortuga que la ojiverde me regaló y se sentó a mi lado en la cama. Su piel rozó a la mía transmitiendo un calor y ardor intenso, todo lo contrario a lo que me hacía sentir Nicole.

Ay - se quejo mientras tiraba el peluche al lugar de donde lo había agarrado - me quemó esa mierda, te lo regalo tu angelito de la guarda, cierto?

Si, porque? - consulte levantando una ceja

Porque ellos son los únicos que regalan cosas tan... - miró a la tortuga con asco - feas, yo te hubiese dado algo mucho mejor

Está precioso el regalo y la intención con la que me lo dio - conteste observándola con desprecio

Alouqua se rió de mi expresión.

Que repugnantes que son los humanos - sostuvo fijando la vista en sus manos - les dan una mínima muestra de afecto y ya caen rendidos

No sabes nada vos - exclame

Y contame, querido - dijo la femenina ignorando la situación anterior - como es que terminaste teniendo sexo con un angel?

Solo se dio - subi y baje los hombros

Sili si dii - me imitó mientras rodeaba los ojos - dame detalles

No voy a hacer eso - afirmé

La colorada bufó.

Que aburrido sos, Mateo - se levanto rápidamente de la cama - bueno, ya me canse de hablar, vamos a divertirnos, te parece?

No, no le parece - sostuvo Nicole apareciendo en la habitación acompañada de Nadine - déjalo en paz

Ay, reunión de amiguitos - fingió una falsa alegría - aunque bueno, vos sos algo más que un amigo del angelito - me hablo a mi - o me equivoco?

La ojiverde me miraba esperando a que contestara, y me sentía sumamente presionado, porque cualquier respuesta que diera podía afectarla y no quería eso.

No, no te equivocas - contestó nicki acercándose a mi y dándome un beso rápido

Mami, la van a castigar más - objete en un tono bajo

Da igual eso, lo importante, ahora, es salvarte - susurró uniendo nuestros labios nuevamente

Que romántico - Alouqua se burló - están juntos a pesar de que es algo prohibido

Retírate de acá - le advirtió la rubia - Mateo le pertenece a Nicole, no podes meterte en su relación y lo sabes

Pero si el me dejo meterme - observo a Nadine de forma despectiva - no es así Mateo?

Negué rápidamente haciendo un ruido con la boca.

Mi vida, no tiene que ser mentiroso - afirmó intentando agarrarme del brazo - estuviste pensando en mi, y no fue solo una vez

No lo toques - le advirtió Nicki señalándola con el dedo índice - no lo toques, porque no me conoces y no sabes lo que soy capaz de hacer

La colorada estiró una de sus manos e imitó un temblor - que miedo me das - rió - mira como tiemblo

Nicole no es momento para pelear - la reto Nadine haciéndome señas para que me levantara y me fuera hacia donde ella estaba

Se pueden agarrar a pelear? - cuestione susurrando una vez que me encontraba junto a la rubia

Sip, no son fantasmas y pueden tocarse y golpearse - contestó - pero nicki está metida en mil quilombos y uno más no sería lo ideal

Creo que es un poco tarde - señale a las femeninas que habían empezado a empujarse mientras se gritaban cosas que yo no alcanzaba a distinguir

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a las piñas por Mateo pues

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