LXV

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Un camino estrecho y vacío.


La luna brillando con potencia el lugar , regalando su rayo de luz blanca alrededor de todo el campo.

Un profundo silencio donde solo podía sentir una brisa fresca y algo fría chocar su rostro con suavidad.

Pero también podía escuchar voces en la profundidad del inmenso campo, sin señales de vida. Solo él.

___Este lugar es precioso..___

___Lo es.___

___Cuando todo esto acabé , viviré aquí con, Bleen...___

___ Tú qué piensas hacer cuando todo esto termine?___

___ Tomaré la decisión correcta___

___Y cuál es?___

Despierta .

Un techo gris , fue lo primero que vio al despertar en su habitación. Miro a todas partes incorporándose de su cama con algo de confusión por despertar a esas horas . Todo estaba completamente oscuro y en silencio, la pequeña máquina que marcaba la hora , marcaba un tiempo en el cual no tenía que despertar, o no podría dormir , aunque no lo necesitaba.

Tomó asiento en el borde de la cama , procesado un poco el extraño sueño que había tenido. Tanto tiempo en no volver a recordar esos sucesos y ahora se presentaba de forma inesperada.

años.

4 malditos años en que las cosas habían cambiado..

y más para él.

Había logrado convencerse de que todo había parado, de que todo estaba terminado y que desde ese tiempo ya nada podía molestarlo .



O eso creía.

Pasaron muchas cosas antes de su llegada a la tierra. Nunca esperó ponerse de esa forma en la isla , que pensando mejor sentía que en ese tiempo estaba fuera de su cuerpo por completo, pero al menos , ya había terminado.

Todo ese dolor agonizante se había acabado de una forma que no entendía, pero lo hicieron.

Suspiro levantándose de la cama, apesar de que él sol aún no había salido por completo. Empezó su aseo personal y siguió su camino hasta salir por completo de su casa .

Las calles vacías eran lo más le agradaba del lugar . El caos del tráfico empezará en unas cuantas horas y él no tenía intención de escuchar las bocinas de autos o las quejas de los humanos que se gritaban unos contra otros por el tránsito de cada día .

Desde que llegó no entendía muy bien las actitudes de los humanos. Con la ayuda de algunos libros e información sobre ellos, dedujo que solo lo hacían por ellos mismos y por la ambición de llegar a tiempo en esos instantes. Era algo absurdo.

Sé sintió bastante extraño al trabajar con ellos , pero al pasar el tiempo logró adaptarse perfectamente. Al principio lo vieron de una forma amenazante por acabar con las víctimas a pesar de que su orden había sido trasladarlos a una celda y nada más. Pero en esos momentos no podía hacerlo .

Estaba en un estado que ni él mismo sé reconocía . Un estado donde ya no sentía absolutamente nada y solo quería acabar con todos en esos instantes, aumentando las ganas de más. Pero como cualquiera, a pesar de los años pudo controlarlo. Su comandante fue más rápido en captar su estado que los demás que por un momento también quería enfrentarlo por descubrir lo que le pasaba , pero sé detuvo al escuchar sus palabras.

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