La semidiósa de fuego

1

Freya Black era una marginada total. Su padre biológico, Hades la había enviado hacia Forks. En ese momento se estaba despidiendo de sus mejores amigos y su hermano Nico en el campamento. 

-Nicks 

- Adiós Frey

- Llamadme todas las semanas como mínimo 

-Claro- asintió mi hermano Nico

- Echare de menos perseguir te por el bosque-dijo Travis, al lado de su hermano Connor 

- Y yo las noches en la cabaña jugando verdad o reto - dijo Connor 

- y yo lo entrenamientos intensivos porque decías que no estabas en forma

- Yo también os echaré de menos, pero me tengo que ir - odiaba a mi padre, odiaba que no me dejará quedarme con mis amigos en el campamento, odiaba que gracias a mi padre mi madre hubiera muerto hace unos meses y sobre todo odiaba como me trataban por solo ser su hija porque por mucho que quisiera eso no lo podía cambiar. Lo que amaba era el invocar esqueletos por mi cuenta y estar tan morena

Me subí a la moto y empecé a alejarme hacia el aeropuerto. Ni siquiera podía entender el motivo de la mudanza. Ni que Apolo hubiera dicho a mi padre"tiene que mudarse a Forks, o si no una gran desgracia caerá sobre ella o el campamento ". Vamos, que Apolo enrevesa todo. No podía mandarnos las profecías más claras, no, tenían que ser indescifrables y misteriosas, y transmitirlas una señora echa polvo que esta más vieja que los dioses y da un miedo de la leche, en vez de alguien molón o más actualizado como un mortal que ve a través de la niebla. No, es muy enrevesado. 

Lo empeze a odiar más a los dioses, pero no lo suficiente para unirme a Cronos. Amaba a algunos dioses como Artemisa, a la que si no le hubiera pasado eso a mi hermana bianca me habría unido a sus cazadoras. Empeze a ver el aeropuerto y entonces, en dos minutos llegué. Mi padre había echo que me dejara transportar la moto en el avión, en su Jet privado, porque el ser hija de el dios de la riqueza tenía ventajas. Me subí y nuestro piloto, Francis y me indicó los asientos. El Jet era negro y rojo por dentro, y tenía una minicocina incluida. Eso no me gustaba mas no podía hacer nada. Mi padre me compraba siempre las cosas más lujosas y que más destacaban, y así no podía tener una vida tan normal como las del campamento. Era muy odioso. Por mi cumpleaños, mi padre hubo un año que me regalo maquillaje, cosa que odiaba, y yo pensaba que el sabía. Se lo acabe dando a Piper.

Me senté y me puse mis cascos XXL y me puse música, cosa que amaba. Yo tocaba el piccolo en el conservatorio hasta que había tenido que entrar al campamento y allí, Will me había ayudado a encontrar uno y a tocar la flauta travesera, por lo que habíamos encontrado un piccolo de cuerpo de madera y una flauta negra y dorada. Me las había llevado conmigo en el avión porque por mi cumpleaños me los habían regalado, y entonces, me dormí.

 Cuando me desperté estábamos en el aire. Enpeze a mirar por la ventanilla y ahí vi algo extraño. Un gigante luchaba contra unos semidióses. No le hice caso y preferí levantarme hasta la cabina del piloto. Resultó que faltaba unas dos horas y medias, en las que me entretuve con mi teléfono. Ya se, diréis, " No es que los semidióses no podéis tener teléfono, que es como llamar a un mounstro." Calla y escucha, Federico ( lo siento por los que se llamen Federico, cuando pasan cosas como estas dijo Federico o Josefa). Mi padre al ser rico, nos consiguió unos teléfonos de última generación esterilizados contra monstruos, que quiere decir que no atraen mounstros. Desde entonces, cuando he salido no me ha atacado ni uno, JA, en tu cara, MariJose (sorry) 

A la hora de despertarme, me levante y coji un libro de una cosa que había por allí. Era  un Hazel, por lo que sabía que no era porno ni nada parecido. Desde que Nico estaba saliendo con Will se había vuelto muy, pero que muy pervertidos, y cada palabra la mal pensaba.