Cuando los silenciados hablan

Jamás creí que me sumiría en tan tenebrosa oscuridad. Oscuridad que nubla cada uno de mis debilitados sentidos. Son débiles, pero están acostumbrados al frio y solitario agujero donde mi alma, todavía unida a mi cuerpo sin vida, yace sin remedio y sin ningún tipo de escapatoria.

Sabía que la muerte sería algo así, pero nunca pensé que mi mente quedaría sumergida en este gran mar de confusión y de recuerdos que nunca se volverán a repetir. Ahora me arrepiento de no haber aprovechado cada pequeño y simple momento de mí corta vida.

Mi cuerpo está perdiendo su sentido y mi mente la cordura, que tantos años de sufrimiento me costó conseguir. Mi cuerpo, ahora un esqueleto, me hace recordar los años de gloria pasada, cuando mis ojos eran el reflejo de cielo y mi cabello era rubio como el oro de una corona real.

En mis años en vida siempre creí que iría al cielo, o quizá al infierno, pero nunca pude llegar a imaginar que mi consciencia quedaría aquí atrapada, como si estuviera atada este mohoso agujero donde decidieron meterme. Algún día saldré de aquí, y me vengaré por todos estos años perdidos, lo juro.

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Espero que les guste esta historia <3.