Capítulo Final

194 24 0
                                    

16 de Noviembre de 2021 POV JungKook

Hay veces en que siento miedo. Cada vez que se lo digo a Seokjin, acaricia mi rostro y me besa. Me dice que no hay nada que temer, porque me ama, porque no estoy soñando, porque va a estar conmigo todo el tiempo que yo se lo permita...Cada una de sus palabras me tranquilizan, sus besos suaves y luego llenos de pasión me arrebatan todos los malos pensamientos..., pero es que es irreal. Me es inevitable recordar el 2014 cuando le dije lo que sentía...y...

—JK... ¿Por qué estás solo?, Bam y yo te estábamos esperando. ¿Ocurre algo malo?

Soy incapaz de ocultarle algo. Si no le digo la verdad de inmediato, de alguna manera lo adivina y comienza a escarbar y escarbar hasta que consigue que le diga todo lo que me pasa. Y en realidad no me molesta. Es a la única persona que se lo permito y que siempre se lo he permitido. Creo que haber sido amigos por tanto tiempo, nos da esa pequeña ventaja/desventaja de saber todo del otro. Cuando comenzamos a ser pareja, sabíamos hasta nuestras posiciones favoritas en la cama, aún sin haber hecho el amor nunca. Hoy, eso es una gran ventaja, porque nuestros encuentros sexuales son épicos, abrumadores y enormemente placenteros. Pero...el que conozca tan bien mi humor, es una desventaja, pues jamás le puedo ocultar si estoy triste o algo me preocupa.

—Lo siento. De pronto me puse nostálgico y comencé a pensar tonterías. Ya sabes..., deben ser los nervios por el viaje y el estar frente a frente a un público real.

Me mira con esos ojos tan bonitos que tiene y que transmiten tanto. Brillan para mí. Y luego me sonríe. Y yo siento que me enamoro más. Lo miro y pongo mi tonta sonrisa. Esa que hasta las fans ya se han dado cuenta. Es como si mi corazón nunca estuviera lo suficientemente lleno de amor por él. Se acerca y me abraza, tan fuerte y cálido. Pone sus manos en mi trasero, "su debilidad" me dice él y lo acaricia. Pero no es sexual, es amor, protección y su forma particular de decirme lo mucho que me ama. Busco su boca y lo beso. Me encanta hacer esto, porque es como si su boca siempre me ansiara. Aun cuando intenté controlar el beso y el ritmo, me es imposible, porque el mete su lengua y comienza a barrer mi boca y yo simplemente me dejo. Mientras me aferro a su cuerpo. Cuando se separa de mí, me besa el cuello y me tira hacia él.

—Basta de pensar en el pasado. Estamos aquí juntos. Construyendo un mañana. Tú y yo. Vamos a estar bien. No te dejaré solo en Los Ángeles. Lo prometo. Y luego tendremos tiempo para estar solos y tranquilos.

Es verdad, negociar estas vacaciones fue lo mejor. Y pasar tiempo con Seokjin será perfecto. A diferencia de los demás, decidimos que luego de los conciertos volveremos a Corea, necesitamos tiempo a solas y únicamente para mimarnos y construir nuestro hogar.

—Prometo que no lo haré más—le digo, porque de verdad ya no quiero tener esa clase de pensamientos. Sólo quiero disfrutar el tenerlo, que sea mío, que nadie más que yo pueda tocarlo, besarlo y hacer el amor una y otra vez.

Ahora que miro hacia atrás, me doy cuenta lo muy significativa que ha sido su presencia en mi vida. Si no fuera por él, simplemente estaría en Busan haciendo quien sabe qué. Pero Seokjin se empeñó en no dejarme ir, me ayudó a cumplir mi sueño de ser cantante y por lo tanto gran parte de lo que soy ahora, es gracias a él. Es cierto, también los otros miembros ayudaron. Cada uno ha aportado algo a mi vida y se los voy a agradecer siempre, pero es Jin quien me ha sostenido o más bien yo he buscado aferrarme a él. A veces, veo imágenes de nuestros primeros años y ahí estoy yo, siempre aferrado a sus anchos hombros y él empujándome hacia adelante.

Me toma la mano y me lleva a nuestra sala. Me gusta esta casa que estamos construyendo juntos. Nuestro hogar. Nuestro espacio donde podemos ser simplemente Seokjin y Jungkook. Sin nuestra careta de idol y mejor aún, sin nuestra careta de "hermanos" o "amigos". Bueno sí somos amigos. Pero ahora es mucho más. Es la persona en la que confío, mi otra mitad. Mi todo.

PROMESASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora