Una mala idea

No debí hacer eso

Toge estaba felizmente casado, con nada más y nada menos, que Yuta Okkotsu; el que fue su novio, en su antigua vida. Ambos habían reencarnado y mantenían sus recuerdos.

Inumaki no podía describir la felicidad que sintió al volver a ver a Yuta, y el otro por su lado, lloro y apachurro a Toge nada más verlo.

Inumaki era feliz. Su vida era prácticamente pacífica, lo único que se interponía, es que Okkotsu descubrió lo entretenido que era jugar videojuegos con sus amigos. Tanto, que pasaba horas encerrado.

No es que no lo entendiera, Toge también jugaba y uno de sus pasatiempos favoritos era ver anime, por lo que comprendía esa obsesión. Pero quería aprovechar su feliz viernes. Los viernes eran sagrados. Era su momento de pareja. Yuta todos los viernes por la tarde le daba duro contra el muro a Toge hasta la madrugada. Eso, hasta que descubrió los juegos de internet.

¿Que puedo hacer? Se preguntaba Toge, mientras miraba la puerta cerrada de la habitación, donde tenían los juegos, un pc con pantalla último modelo y una televisión grande, exclusivamente para ver películas y anime.

No quería hacer berrinche, bueno...más del que se estaba haciendo en su cabeza. Inflaba sus mejillas a tal punto, que si Yuta lo viera, seguramente se lo quedaría mirando como si se hubiera vuelto tarado. Okkotsu amaba cuando su esposo inflaba sus mejillas.

¿Interrumpirlo? No, ni soñarlo, no podría ser tan pesado...¡pero es que era viernes! ¡Quería su ración de sexo salvaje!

Toge ya se estaba asustando de si mismo. Ni que estuviera en celo.

En fin, suponía que por este viernes lo dejaría pasar. Además Yuta trabajo mucho.

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Tres semanas. ¡Tres malditas semanas! Habían pasado y desde ese tiempo, Yuta no había tocado un solo pelo a Toge. El más bajo estaba tan frustrado que iba a cometer un crimen de odio contra ese maldito pc. Sin mencionar que veía a Yuta aún más ojeroso de lo normal.

—Yuta, no deberías descansar —pregunto Inumaki, preocupado y ya algo molesto —No has dormido bien en semanas.

—Es que estamos en una etapa final del juego, te juro que hoy dormiré más temprano —dijo Okkotsu.

Promesa que obviamente no cumplió.

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Otro viernes llego y Yuta se había vuelto a encerrar. Toge iba a vengarse, ya era mucho.

Toge decidió entrar sin tocar. Vio a Yuta con audífonos puestos, hablando con algún amigo suyo. ¿Megumi? ¿Kamo noritoshi, tal vez? Podría ser Panda y Mechamaru. En fin, eso daba igual. Tenía planeado enojar a Yuta de la mejor forma que sabía.

Yuta tenía la cámara prendida al igual que el audio.

Perfecto.

Okkotsu no lo escucho entrar. Por lo que Toge aprovecho y se sentó en la cama que había en la habitación de juegos y quedó justo frente a la cámara. Vio que estaba kamo y Megumi conectados.

—Es Toge-senpai —dijo Megumi algo contento.

—El chico lindo, esta tan hermoso como siempre —dijo Kamo.

Yuta se giró rápidamente, no sin antes mirar a sus amigos con ojos asesinos.

Bien —pensó Toge —primera etapa completa. Queria despertar los celos de Yuta.

—Cariño ¿Que haces aquí?

¿Que, que hacía?

—Miro como juegas —dijo Toge —Termina tu partida.