¡𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓼 ✰!

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Al siguiente día, Kenny llego a la preparatoria de south park, a causa de varios mensajes de su madre que lo amenazaban con que viviría toda su vida en South Park si no iba a la escuela,  así que ahora estaba en su auto yendo, aun sonaban las mismas canciones que le gusta algo en él quería huir, tantos malos recuerdos lo atormentaban en ese pueblo. Quizás podría huir, aún tenía tiempo, y dinero, aunque sus pensamientos fueron interrumpidos al llegar a la entrada de la escuela, estacionó su auto y con mucha duda entro.

No era tan diferente que cuando era niño, eran las mismas personas, quizás los mismos pasillos, pero más decadentes o eso pensaba, avanzo hasta la oficina del director y entro, el director PC lo miro y le sonrió.

—Kenneth, es un gusto volverte a tener en South Park, aunque sea solo por algunas semanas ¿Cómo fue tu vuelo?— Dijo con una sonrisa, manteniendo ese tono amable que irradiaba respeto.

—Fue bueno ¿Me podría dar mi horario ya?— Kenny era cortante, quizás era solo porque estaba nervioso, o porque se sentía incómodo volver a donde juro no regresar.

Sin más el director PC accedió y le dio su horario, Kenny salió de su oficina e intento buscar su salón, en un intento algo inútil, noto como su viejo amigo Butters lo miraba de reojo desde lejos, intentando analizar si era el verdadero Kenny, al final si se acercó.

—Hola Kenny, ha pasado tanto tiempo ¿Cómo te ha ido? Yo y los chicos te hemos hechado de menos— Dijo con esa voz un poco infantil y melosa que a Kenny le irritaba un poco, todo ahí le molestaba de hecho.

—Ahh, hey Butters, si me ha ido... bien creo— Dijo intentando mantener una sonrisa y un tono amable fingido.

—Estarán tan emocionados cuando te vean!— Miró la hoja que tenía Kenny consigo y la tomó —¿Es tu horario?— Kenny solo asintió y Butters sonrio —Primera clase, te toca Literatura...— siguió mirando la hoja —Esto es increíble, compartes clase con Kyle— Butters le entrego la clase —Uy y ¡debes irte ahora si quieres llegar puntual a tu primer día!— Dijo Butters aun con su tono entusiasta y meloso —Espero que estemos juntos en el receso, como los viejos tiempos—

Kenny solo se fue al salón donde le indico Butters, sentándose en un pupitre cerca de la ventana, observándola, ignorando por completo su alrededor, ese sentimiento de incomodidad y ganas de huir no lo dejaban en paz, sus pensamientos los cuales eran más un trance ansioso se vieron interrumpidos por un pequeño toque que sintió en su hombro, al voltear miró al mismísimo Kyle en frente de él, no estaba muy cambiado, aunque ahora dejaba su pelo al exterior y Kenny apostaba a que se lo planchaba ya que no era lacio naturalmente o bueno eso recordaba, según él, el cabello de kyle era rizado cuando lo conoció.

De la boca de kenny no salía nada, solo lo veía de arriba a abajo, sin saber que hacer o decir, o bien, le rogaba a cualquier dios que ya llegara el profesor o que al menos llegarán más estudiantes, pero no, así que Kyle se digno a hablar, esbozando una sonrisa.

—Hey Kenn, hace mucho que no te veo, he oído que la vida te ha tratado bien— Dijo Kyle, su voz no era tan aniñada, era atractiva pero aún así sonaba como el mismo niño sabelotodo y políticamente correcto, pero ahora era un adolescente.

—Bueno, eso es cierto, la vida tiene otros matices en California— una risa leve salió del rubio, usaba un tono de voz relajado pero se sabía que ponía límites con la confianza que se había perdido en esa separación.

Estaba cambiado si, y Kyle lo notaba "¿Matices?" Kenny nunca usaria palabras como esas, pero tampoco lo culpaba las personas cambian y Kyle deseaba que el rubio haya cambiado para mejor.

—uhh, ¿Entonces es cierto? Pensé que vivías cerca de south park— Dijo mientras se sentaba en el pupitre de a lado del de Kenny.

—Noo ¿Te imaginas? No, emh sí vivo en California, específicamente en Los Angeles, pensé que lo sabias, Stan me sigue en instagram— soltó otra leve risa, le daba un poco de pesar tener una conversación que pareciera seria, le daba escalofríos, aunque no sabía el porqué.

—Oh, si, cierto— le dio una sonrisa amable mientras se acomodaba su cabello pelirrojo —Entonces ¿Por cuanto te quedas?—

—Es indefinido, pero algunas semanas, según mi madre en lo que arregla unas cosas para que no vuelva acá— mientras decía esto, exploraba el salón con la mirada, no se parecía nada al de la escuela en la que va, este era más lugrube y algo descuidado.

—Ohh, entiendo, si, bien ¿Qué tal si hablamos en el receso? Apuesto a que tienes muchas cosas que contar, al igual que nosotros— Dijo Kyle, seguido después entro el profesor y Kenny no pudo contestarle.

La clase fue aburrida, Kenny juraba que ese tema lo había visto en su otra escuela ¡Hace meses! Nunca iba aprender nada ahí, pasaron otras dos clases, hasta que por fin, llegó la hora del receso, algo que no quería, socializar  con su antiguo grupo le daba náuseas ¿Y si decía un comentario cuestionable? O ¿Si ellos lo odiaban? En un momento pensó en quedarse en su salón escribiendo poemas o hablar con su novia Tammy, pero no se pudo, porque él profesor lo sacó del salón.

Afuera lo esperaban Kyle y Butters, y juraba que lo llevaron a rastras al comedor el cuál estaba algo oxidado.

Y ahí estaban Eric Cartman y Stanley Marsh, Kenny no tuvo que hacer mucho, solo sentarse y que los comentarios fuera de lugar salieran de Cartman.

—Ohh, él pobre volvió— Cartman lo miro de arriba a abajo —Bueno, el pobre no tan pobre— Dijo en tono burlon.

—Dios, te ves mejor que en las fotos Kenneth— Pareciera que Stan no debía decir eso, o que salió automáticamente de su boca porque se ruborizo rápidamente al analizar lo que dijo. Kenny le dio una sonrisa amable, algo que empeoró su sonrojo.

—Dios hippie, te hace tanta falta una novia ¿Porqué no vuelves con la perra de Testaburger? Digo antes de que quieras que Kenny te la meta— río un poco y Kenny también por su comentario.

—Cállate culo gordo, no soy marica, no te proyectes— Dijo Stan tratando de justificarse, aunque su mirada no se despegaba de Kenny.

—ugh quilliti quili girdi, ni si miriqui ni ti priyictis blah blah— Dijo Eric burlándose claramente, Kenny se empezaba a sentir más cómodo, aunque extrañaba a sus amigos, y también extrañaba molestar a Damien, a su novia y la cafetería de su escuela, podría acostumbrarse o eso quería pensar.

—Dios, dejen de comportarse como si fueran unos niños mongolitos, mejor yo digo que hagamos una pijamada, porque él receso no dura nada y ya se va a acabar— Dijo kyle mirando la hora en su reloj.

—Dijin di quimpirtirsi quimi inis niñis minguilitos pirqui il ricrii ni diri nidi y yi si vi aquibir— Dijo Eric riéndose al final —Pero el judío tiene razón, ni he podido ponerme al tanto con el pobre porque nuestra institución capitalista que solo nos deja 20 minutos para comer—

—Q-que sea en mi casa la pijamada chicos— Dijo entusiasmado Butters, aunque un leve sentimiento en Kenny que decía que dormiría en el piso lo invadió y hablo de nuevo, intentando parecer lo más amable y relajado posible.

—Mejor que sea en mi departamento— los chicos miraron a Kenny, algo confundidos.

—¿Tienes departamento propio?— Dijo Kyle con incredulidad

—Emmh sí ¿Ustedes no?— Lo dijo con tanta inocencia que se sabía que su comentario era en buena manera.

Al final, todos accedieron, sería esta noche así que sería algo larga, volvió a clase, felizmente no la compartiría con nadie de sus "amigos" se sentó en un lugar cerca de la ventana, aunque sintió una mirada sobre él, era un chico pelinegro, con chuyo azul, se parecía a Craig ¿Era Craig? Ahora en toda la clase tuvo una taquicardia extraña.

Pero no tenía tiempo que perder, al final de clases se fue a preparar su departamento.

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⏰ Última actualización: Nov 19, 2023 ⏰

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