Indeleble ᵗʰᵉ ᵘᵐᵇʳᵉˡˡᵃ ᵃᶜᵃᵈᵉᵐʸ

12

Año 1995, Academia Umbrella.

La tormenta aumentaba cada segundo, sus fuertes vientos acompañados por la lluvia se estrellan contra la ventana de la habitación de la niña asustada cubriéndose con sus frazadas en un modo de protección.

Sus pequeños saltos con cada trueno que sonaba por toda la ciudad aumentaba sus llantos, su cuerpo paralizado sin la valentía suficiente para escapar de su cama y correr a la puerta de la persona que la abrazaría con fuerza con el propósito de calmarla.

—Tu puedes, corres hacia tu hermano.—susurraba preparándose manteniendo la mirada fija a la puerta.

Concentrándose se sentó en la orilla de la cama contando hasta tres y luego tener planeado escapar, el fuerte y ruidos trueno la espantó soltandonun grito corriendo con rapidez de su habitación.

Aun corriendo le fue inevitable pensar que su grito despertara a sus hermanos, sabía que le contarían a su padre que salio de la habitación en un horario que debería estar durmiendo pero no le importaba en ese momento si Allison decide estar en su modo chismosa y acusarla.

Su mano cerrada en puño tocando con desesperación la puerta oscura con el cartón "No molestar"  no le enpidio en continuar. El ruido se detuvo cuando la puerta abrió de una manera brusca revelando a un chico de la misma estatura de Vanya.

—¿Vanya?¿Que te pasa? Estaba teniendo un sueño hermoso.—sus ojos intentando mantenerse abiertos.

Quería volver a dormir para continuar el sueño que estaba teniendo,pensaba el niño como si hubiera puesto pausa a una película.

—¿Puedo....dormir contigo? No quiero estar sola y la tormenta me da más miedo.—su voz frágil que parecía que volvería a llorar.

Su hermano la miró unos breves segundos antes de asentir con la cabeza, apartándose para que pudiera pasar esa pequeña niña de seis años con le tenía miedo a las tormentas.

—Tienes que superar ese miedo.—le regaña cubriéndolo con una manta, acostándose en la cama.

—No creo que pueda hacerlo.

—Eres mi hermana, confío en que lo harás, eres la más fuerte de todos.

—Ahora tengo miedo de decepcionarte, confías demaciado en mi que me da pánico no cumplir tus expectativas.—tiembla la castaña ocultándose dentro de la cama.

—No tienes que cumplir nada, confío en ti tal como eres. Grabate esto en tu cabeza, para superar tus miedos tienes que confiar en ti misma.

Vanya sale de su escondite de la manta, los ojos de su hermanos de alguna forma la calmaba, ojos verdes que la alentaban a seguir adelante y seguir luchando.

Lo rodeo con sus brazos formando un abrazo, ocultando su rostro en el pecho de su hermano.

—Lo haré, por ti.

—Esa es mi hermana.

[...]