Nos Volvimos A Enlazar

16.

El médico Lan

El adelanto del cumpleaños de A-Meng fue una sorpresa que a Lan QiRen no le gustó en absoluto,pues esa fecha estaría de viaje y no podría asistir a la celebración de su nieto. La fecha en que se decidió celebrar fue escogida por Jiang Cheng ya que en el verdadero día de su cumpleaños se irían de viaje y por eso habían decidido organizar su fiesta casi una semana antes de lo esperado. El orgulloso hombre del apellido Lan había insistido en que no deberían realizar el festejo sin su presencia pero era Lan QiRen contra Jiang Cheng, y si Xichen apoyaba a su tío capaz que el Omega lo mandaba a dormir afuera de la casa.

Por lo pronto,en unos días la guerra todavía estaba por comenzar y el pequeño juego de los Jiang contra los Lan apenas iba a comenzar.

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Mientras Wei tomaba su habitual taza de café,la señora Xuan servía el desayuno para él y para A-Dao. Ella preparaba tostadas con miel y frutos rojos,mientras el delicioso olor de la comida paseaba por la cocina, al joven empresario le sorprendió no ver a su hijo pasar por ahí como normalmente lo hacía en las mañanas,además,ya se le estaba haciendo tarde para la escuela. Wei Ying se levantó de su silla y se dirigió a la habitación de su hijo esperando verlo despierto,sin embargo,para su sorpresa Lan Xie Dao seguía acostado y sus cortinas todavía estaban abajo. Apenas podía ver por dónde iba,casi choca con la mesita de noche que estaba justo en medio de la habitación.

Wei Ying se acercó a la cama y al destapar la cara del niño abrió muy en grande sus ojos. El niño no parecía estar bien,estaba muy rojo de las mejillas y podía sentir el calor ardiente en su piel,estaba ardiendo en fiebre por lo que inmediatamente lo descubrió completito.

— A-Dao,¿Qué tienes?. Hierves en fiebre,vamos levántate—. Ordenó con preocupación.

El niño apenas se reincorporó se talló los ojos y miró desorientado por los rincones de la habitación buscando a su madre.

— Mamá...—. Dijo estando muy débil con la voz ronca.

— Aquí estoy mi amor,tu mamá está aquí. ¿Por qué no me avisaste?,estás empapado en sudor—. Wei Ying puso su mano sobre la frente del niño, acarició sus hermosas nubes azules fluyendo sobre esta e hizo a un lado sus flecos.

El Omega llamó a la única sirvienta en la casa y ella subió las escaleras tan rápido como pudo.

— ¿Qué pasa señor Wei?,se le hace tarde para el trabajo—. Habló con la espátula en la mano.

La señora estaba en el marco de la puerta mirando a Wei Ying tener a su hijo en brazos. Ella reconoció esa carita llena de pequeños puntos rojos,con la mirada desorientada y sus labios ligeramente hinchados. Había visto a Wei Ying así durante su infancia,rondaba por los siete u ocho años cuando le dió varicela.

— A-Dao tiene fiebre, necesita atención médica—. Wei Ying tomó la manita de A-Dao y dió un beso suave en ella.

— Oh,parece que tiene sarpullido. Está muy irritado... creo que son principios de varicela señor Wei

— ¿Varicela?, pero es muy pequeño.

— Es mejor que la tenga ahora,de adulto puede ser muy peligroso.

— Va a cuidarlo verdad,mi hijo está enfermo. No puedo faltar,yo soy el jefe...

— Voy a cuidarlo señor Wei,yo me encargo de él. Le prepararé algo más para que desayune—. Ella sonrió dulcemente acercándose al niño luego, miró a Wei Ying.— Es precioso,por eso hay que cuidar de él. Por favor no se preocupe...si es necesario lo llevaré al hospital