THE FINIX AND THE CHOSEN ONE

1| HELL

INFIERNO

O|Harriet Potter

[Siete años]

Mi vista se queda fija en el pastel que esta en el aparador enfrente de mi, se que Harry desea aunque sea una rebanada para nuestro cumpleaños número ocho y también se que nuestros horrendos tíos no querrán comprarnosla aunque sea para compartirla.

Aun recuerdo como mi pequeño hermano la miro con anhelo esta mañana cuando regresábamos de trabajar en la casa del viejo Rodriff.

—Que esperas niñata por tu culpa la cena de esta noche no estará lista, no quiero que Vernon se moleste conmigo por ti-  mi tía Petunia golpea mis piernas con la sombrilla- rápido si no estás a mi lado cuando lleguemos al auto tendrás que irte caminando con las bolsas tres kilometros

》Si tu cargaras estas bolsas en vez de ir pavoneandote por la calle como vil animal llegaríamos más rápido a casa para que yo prepare la cena la cual no podré probar por tu egoísmo.

Solo asiento guardando en lo más profundo de mi mente mis pensamientos aunque se que es imposible que los escuche, ella no es como yo.

Apresuró mi paso aunque lo que cargo pesa el triple que yo, con suerte logro seguirle el paso logrando que no me deje a mitad de la calle.

—La cena debe de estar lista en menos de dos horas no quiero que el señor Tristan se lleve una mal opinión de nosotros por ti- tía me da órdenes mientras llegamos a nuestra calle aunque la dejo de oír cuando dice quien vendrá a la casa- cuando acabes la cena quiero que vallas al cuarto de lavado y te pongas a doblar la ropa de mi tesoro.

Otra vez vuelvo a asentir mientras busco la manera en que aquel señor no notara mi presencia.

Al entrar mi tía suelta un chillido de emoción por ver a el regordete de su hijo, dejó las bolsas de las compras y me dirijo rápido a la habitación debajo de las escaleras donde esta mi hermano, al verme me da un abrazo.

—Tío Vernon me obligó a encerrarme aquí después de que quite la maleza del jardin- Harry me explica mientras se soba la espalda- sin querer deje resbalar un jarrón que le dio su madre, se rompió me golpeó por una hora y me dejó sin comer te lo digo por que dijo que la siguiente eras tu.

Resoplo de cansancio le di mi desayuno a Harry pero no era tanto así que creo que es momento de darle mi regalo.

—Te traje algo de la tienda que esta a lado de el supermercado es una gran paleta de cereza y tal vez logre hurtar un poco de la cena- me sacó la paleta del pantalón el la ve como si fuera el mayor majar- ahora tengo que ir a preparar la cena volveré en cuanto pueda, no salgas de aquí de seguro aquel sapo gordo sigue enojado y no quiero que te golpee.

—Pero y tu Harriet- su tono no me gusta.

—Yo no importo- lo tranquilizo- ahora acuéstate e intenta dormir un poco.

Le regalo una sonrisa y salgo discretamente de nuestra habitación, corro a la cocina y empiezo a sacar todo lo necesario.

Después de  poner a hervir el agua, empiezo a lavar los vegetales para la ensalada, un empujón hace que caiga del pequeño banco, mi costilla sufre el golpe y siento como algo se quiebra extendiendo un dolor punzante por todo mi abdomen.