👤| Graves

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Tenia tiempo siendo acosada por alguien. Graves.

Ese maldito de graves me tenía harta. Me mandaba ramos exageradamente grandes de rosas, grandes cajas de chocolates y no podían faltar el montón de piropos si pasaba junto a el. Eso era malo para mí, pero divertido para un par de hombres.

- ¡Ya dejen de tragarse esos pinches chocolates! -

Reclamé tirando de la caja de chocolates, y botandola al piso.

- Vamos ____. Son chocolates envinados y son bastante caros, no los podemos desperdiciar. ¿Verdad ghost? - Decía entre risas.

- Tienes razón soap. Espera... creo que ___ está así solo por que los envio... Graves -

Y empezaron las carcajadas de esos 2 locos sin sentido del humor. Soap contaba malos chistes, pero a ghost nadie le ganaba.

- ¡Vayanse a la chingada! -

Mientras salía escuché un ¡Nosotros también te queremos!. Y salí de la habitación de soap dando un portazo.

Ya no aguantaba, iría a hablar con Prince, y si no me hacía caso, mataría a graves con mis propias manos. No por nada estuve 3 meses junto a ghost en la sala de interrogatorios, o como me gusta llamarlo: Cuarto de cantos. A ghost no le gustó el nombre que le di a la sala, pero a mí me gusta.

Cuando iba de camino a la oficina del capi, adivinen a quien me encontré... Al pendejo de graves.

- Pero mira nada más. Soy uno de los favoritos de Dios por mandarme tan precioso regalo -

- Chinga tu madre graves -

- No entendí muy bien lo que dijiste pero, con solo escuchar mi nombre salir de esos bellos labios me siento alargado -

- ¡Qué chingues a tu madre graves! -

Me acerque peligrosamente al líder de los shadows, con una mano lo tome del cuello de su camisa e hice que bajara su cabeza a la altura de la mía.

- Escúchame bien maldito imbécil. Déjate de mamadas y déjame en paz. Tu y yo sabemos que no sientes nada por mi, o a lo mucho nada sentimental -

- ¿Pero por qué tanta agresividad darling? - Dijo mientras tomaba mi muñeca que sujetaba su camisa.

- Vuélveme a decir una sangronada como esa de nuevo y te rompo el hocico -

Y luego los roles se invirtieron. Graves se enderezó, dándome vuelta estampandome contra la pared y me tomo de las muñecas, posicionandolas arriba de mía cabeza y poniendo un pie entre lo míos.

- Escúchame bien sweetness. No puedes hablar por mi, lo que siento por ti puede sonar falso. Pero, es verdad. Y te lo probaré, ya lo verás -

Y me robó un beso tierno, dulce y gentil. Me intenté resistir pero al final no pude. Solo me sonroje por ese tierno beso que nunca pensé que el podría dar.

- ¿Acaso te molestan los regalos? ¿O te parecen muy exagerados? Dímelo y lo corregiré enseguida -

No quería mirarlo a la cara, mire hacia otro lado y dejé salir un suspiro que tenía guardado.

- Si... me parecen muy exagerados... solo con un pequeño detalle... estaría bien -

- Está bien. Gracias por decirme darling -

Y luego otro beso igual que el anterior. Después me soltó y se fue. Yo me quedé quieta unos minutos y luego me fui arrastrando por la pared hasta quedar sentada en el piso.

- ¿¡Dios por qué!? - Gritaba en mi idioma natal, con un sonrojo tan grande que debería de estar roja hasta en las orejas y nuca.

Al pasar los dias, graves mandaba cosas más simples y menos extravagantes. Y eso me gustaba pero al mismo tiempo me desagradaba. Pero por otro lado, ya no tenía que compartir con soap y ghost.

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¿Les gustó el cap?

Y disculpen las posibles faltas de ortografía.


𝑂𝑛𝑒 𝑆ℎ𝑜𝑡𝒔 [𝘊𝘢𝘭𝘭 𝘖𝘧 𝘋𝘶𝘵𝘺] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora