MI JEFE

parte unica

JiMin.

Desperté 5:00 am, lave mis dientes para después ir a la cocina a preparar el desayuno y el almuerzo de Mathy que se iba a llevar al colegio. Una vez acabe de hacer los panqueques para desayunar fui a la habitación que estaba frente la mía para despertar al niño.

Matthy entraba a las 8 am a la escuela, así que debía darme prisa si quería que llegáramos temprano. Con cuidado llegué al lado de su cama, tomé la colcha que lo cubría del frío de la noche y de una lo destape.

-MATHYYY, ES TARDE LEVANTATE QUE YA SON LAS OCHO- Grite todo lo que pude para después ver a mi hijastro de un brinco bajarse de su cama, directo al baño a sepillarse los dientes, después buscar su uniforme planchado y ponérselo rápidamente, puso su zapato derecho en el pie izquierdo y el zapato izquierdo en el pie derecho. Tomo su mochila y salío rápidamente corriendo a la sala para después abrir la puerta y salir llevándose su celular que anteriormente tomó en la mesita de la esquina.

Miraba todo mientras me sostenía el estómago y reía a carcajadas, me gustaba molestar a Mathy.

La puerta se volvió a abrir dejando ver a un Matheo muy enojado con el entrecejo fruncido y su boquita parada.

-Hyung, un día me dará un paro en el corazón por sus sustos, apenas son las 6 de la mañana- se quito sus zapatos y los acomodo bien.

-No aguantas nada, ves a peinarte y bajas a desayunar- mi sonrisa no se iba a de boca, como amo este niño.

-Juro que algún día me iré con mi papá si me sigue asustando - tocó dramáticamente su pecho mientras me veía con una mueca en la cara.

-Tu padre ahora a de andar en el infierno por idiota, así que no digas tonterias- me acerque a acomodar su corbata la cual estaba toda desecha. - Ve a peinarte por que tengo que llegar al trabajo - le di un beso en la cabeza, el me llegaba al homro, para tener 13 años era un chico alto.

Lo vi dirigirse a su cuarto aun ofendido por mi broma, ya se le pasara.

Después de un rato ambos nos encontramos comiendo, listos y peinados el para la escuela y yo para mi trabajo.

-Jim, ya te subieron el sueldo?- pregunto sin mirarme, se quería burlar de mi.

-No, aun no, hoy le voy a pedir nuevamente a mi jefecito cara de ogro que me suba el sueldo- rodé los ojos, se que no debería hablar esto con un niño pero tenemos mucha confianza así que no me importa.

-Ajam, así sigues desde hace tres meses, para mi que ese señor no más no te va a dar más dinero, ¿por que no renuncias?-
Su boca se curvo en una pequeña sonrisa. La sonrisa más falsa que ninguna.

-Por que es un buen trabajo-

-Y por que amaaas a tu jefe, o no?- levantó una ceja manteniendo la sonrisa esa que le heredó a su papá.

-Quien en este mundo podría amar a es hijo de su mamá-

Abrió sus ojos con una sonrisa llena de maldad. -Le voy a decir al señor Jeon que dijiste que no lo quieres te va a dejar- lo miré enojado.

-¿Y crees que te va a creer?, mocoso, por dios, deja de estar en mi contra, soy como tu segundo padre, ten un poco de respeto por mi- tome la servilleta de la mesa para limpiarme las lágrimas falsas.

-Ya, perdón papito jim, no lo vuelvo hacer- tomo el popote para sorber la leche con esencia de vainilla. - Lo quieres incluso más que A MI, que soy como tu hijo- Pero mira nadamas, me salio celosito

-Sabes que te amo mucho, Matheo, antes que tu no hay nadie más. Ni Jeon ni nadie, que te quede bien claro.- me acerque a donde el y le bese la frente.