Erase una vez...
_____________5 agosto 1945_____________
El revolotear delicado de alas de un púrpura brillante se asomaba entre ramas de un antiguo sauce dejando los rayos de la mañana detrás y adentrándose a la sombra que brindaba el sabio de 200 años vigilante del apartado poblado que yacía en ese lugar desde hacía poco más de un siglo... Las alas curiosas llegaron al rostro dormido que descansaba en el tronco aquel para así estar tímidamente reposando en el lugar... eran ventanas oscuras las que abrieron de a poco en busca del visitante sin invitación pero no era indeseada su estancia al parecer.
Una sonrisa se dibujo en el joven rostro del tono de la nieve asustando a quien le había despertado llevando su mano sin permiso alguno a intentar detener las pequeñas alas que se alejaban, sin pensar logro llegar a donde deseaba pero no era lo que anelaba, ¿Quien lo haría? Eh inerte el púrpura ahora descansaba en las delicadas manos aquellas que tomaron además el recibimiento de las gotas que emanaban de las ventanas ahora bien abiertas y es que ya le habían dicho aquellos que muchos florecimientos de rosados cerezos sus ojos lograron conocer.
"Algunos párpados deberán cerrarse para que otros puedan abrir"
Era lo primero que llegaba a la mente de la chica arrodillada al pie del vigilante del pueblo... al cual debía ya volver pues, habían trabajos que se deben terminar siendo ella la encargada no podría dejar al viento la responsabilidad así como tampoco podría el viento recibir el pago por no hacer los deberes encomendados.
Dejando al suelo donde todo regresa a las pequeñas surcadoras de cielos ahora no tan brillantes y alzando su vista a la celeste extensión que llaman cielo tomo el vacío y rustico balde de madera del suelo, un pie se coloco frente al otro guiando a su gemelo a imitarle en este ritmo rutinario bajando la pequeña colina que guardaba al gran sabio ahora detrás de la chica, las aves cantaban en acorde al pequeño dolor que cargaba en el pecho mucho mayor al que llevaría en las manos ahora que el balde se llenaba de agua del pozo cercano al poblado que la había visto crecer.
—Te has hecho toda una señorita responsable—
—Gracias Nomi-san—
Dijo en respuesta a la amable señora mientras inclinaba su torso manteniendo el balde en el centro con cuidado de no derramarlo.—Tus padres han sido realmente buenos en tu crianza, sobre todo tu madre ella es tan buena—
—Así es, debo todo a mis padres—
—oh Lía ¿puedes ayudarme a llevar agua a casa?—
—Es que debo llevar el agua a casa cuanto antes—
—Seguro si llevas ambos baldes podrá ser más rápido, no necesito tanta solo un poco—
Lía parecía pensarse la situación entre la cortesía que debía tener y las responsabilidades que también debía cumplir.
—Esto..—
—Gracias querida, oh Kyo! Por fin te veo—
Dijo la señora de cabellos plateados al ver a su amiga a la par que dejaba el balde en el suelo junto a Lía antes de decirle que apenas necesitaría 6 baldes de agua, se suponía no sería tanta y además Nomi vivía en sentido contrario a su hogar ¿que debería hacer en esta situación? era la pregunta que resonaba en la mente confusa de apenas 14 años de pie frente al pozo del pueblo, pero meditar en ello sólo quitaba tiempo, preciado tiempo que no tenía así decidió llevar dos baldes a su humilde morada de madera obtenida de los árboles cercanos gracias a su abuelo, luego regresaria al pozo y llevar a casa de Nomi su agua repitiendo el proceso hasta completar ambos cometidos, satisfecha por su queaser dio rumbo a sus pasos hacia su hogar cual tras abrir su desgastada puerta dio vista agridulce al suelo de tablas de color claro, retirando de sus pies las sandalias para colocarlos junto a las demás tomaría las sustitutas a estas dedicadas a estar en la calidez de casa, la primera entrada a la izquierda le llevaría a los trastes sucios del pequeño desayuno que se habían podido permitir esa mañana y comenzó a dedicar su tiempo a hacer brillar cada tabla del suelo y paredes como cada adorno o mueble, después de todo su padre regresaría de la guerra en esa semana aunque no estaba claro el día exacto así que debía hacer lucir hermosa cada habitación del hogar para recibirle...
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Dream's Lía
Fantasy"¿Quien pensaría que el cielo puede ser tan gris luego de haber amanecido tan azul?" Sumérgete en la vida de Lía, una joven cuya existencia se entreteje con la belleza de la cotidianidad y los hilos de un mundo de fantasía. En un pequeño pueblo don...