¿Y si no es nuestro momento?

1. El amor es ciego

Joder. Otra vez a empezar lo mismo de siempre. Primero empiezas a conocer a alguien y aparecen las típicas mariposas en el estómago. Después sientes una conexión especial con esa persona y sientes que la conoces de toda la vida.

Te arriesgas a abrir de nuevo tu corazón y a mostrar tus sentimientos a una persona después de pasar una ruptura amorosa. Dejas tu miedo atrás porque piensas que esa persona vale la pena, decides confiar y darle una oportunidad.

Empezáis a conoceros, poco a poco te va gustando más y cada vez que ves su rostro una sonrisa aparece en tu labios. Sonríes sin darte cuenta y una sensación de alegría recorre tu cuerpo.

En el momento que miras sus ojos te olvidas de todo lo malo y de todas tus preocupaciones. Sus ojos brillan cuando te miran y sientes que otra vez una sonrisa aparece en tus labios. Te sonrojas y no puedes parar de mirar sus ojos. Cada vez que se acerca a tí sientes como las mariposas salen y empiezan a revolotear en tu estómago.

Hay momentos que no puedes pronunciar ninguna palabra y que no necesitas hablar de nada porque no hace falta. Sólo con mirar sus ojos, acariciar su pelo y sentir sus caricias en tu cuerpo desconectas del mundo en el que vives. Sientes que puedes hablar con él de todo. Cada momento con él es inolvidable y no puedes parar de reir. Sientes que hay algo especial entre los dos.

En el momento que te das cuenta, hace más de una semana que no habláis, que ya no sabes nada de él. Ya no ves su sonrisa, no ves sus ojos cuando brillan y te miran, ya no oyes su risa, ya no aparece una sonrisa tuya cuando le ves porque ya no quedáis, ya no sientes sus labios sobre los tuyos y como las mariposas vuelan por tu estómago. Ya no sientes nada de eso porque ya se ha terminado todo, pero esque no puedes olvidar nada por más que lo intentes. Le tienes cariño y te has pillado por esa persona. No puedes olvidarla porque te da mucha pena que todos esos momentos mágicos que has pasado con él se hayan terminado, pero no quieres volver a sufrir.

Decides alejarte por tu salud mental. Entonces aceptas que tu vida tiene que seguir sin esa persona. Intentas aceptarlo con dolor. Te cuesta porque sigues pensando que en algún momento aparecerá de nuevo, te dirá que te quiere, que se ha equivocado y que quiere estar contigo. Pero la realidad es que todo eso está en tu mente y no va a pasar. Es muy difícil que una persona cambie y te das cuenta que la has idealizado. Como dice cupido: el amor es ciego.

Con todos estos pensamientos Ana decide levantarse de la cama. Siente que no ha empezado el día con buen pie. Cada vez que se despierta piensa en él y como ha terminado su vínculo con él. Todo iba aparentemente bien y de repente ya no sabes nada de él. Ella se sentía triste porque recordaba todos los momentos que habías pasado una y otra vez.

Con lagrimas en los ojos se levantó sin ganas de la cama y arrastrado los pies se dirigió al baño para lavarse los dientes, realizar su skincare rutinaria y arreglarse para empezar otro día en la universidad.

De nuevo sonaba "another love" en su playlist de Spotify. Ella pensó que no podía haber un momento más inoportuno que esa canción empezara a sonar mientras llegaba a la universidad. Esa melodía y esa letra siempre le llegaba a su corazón.

Empezó a sentir como se le humedecían sus ojos y cambió rápidamente de canción. Una más alegre para poder llegar al menos sin unas lágrimas en las mejillas a clase.

Cuando entró por la puerta de clase se sentó en la fila de mesas con ordenadores donde estaban sus amigas. Intentó esbozar una sonrisa y saludó con la mano, ya que el profesor estaba explicando y no quería interrumpir.

Ana suspiró, adaptó una pose cómoda en la silla de escritorio y se preparó para otro día en la universidad.