Comienzo

51 15 7
                                    

Desde aquel momento, en el que deje a Matthew con una mirada angustiada y melancólica, no sabía en qué más pensar me estaba volviendo loca, mientras estaba sumergida en mi mente, buscando soluciones y tratando de como llevar un semestre en la univ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Desde aquel momento, en el que deje a Matthew con una mirada angustiada y melancólica, no sabía en qué más pensar me estaba volviendo loca, mientras estaba sumergida en mi mente, buscando soluciones y tratando de como llevar un semestre en la universidad tranquila, jorge me paso por el lado como si yo no existiera en lo absoluto, no me quedo más que decir su nombre en un pequeño susurro.

— Jorge... —susurre.

El solo volteo a verme con una mirada fría y sus gestos faciales que estaban felices, se tornaron un poco serios, se podía sentir el frío que remitía a través de la mirada que me lanzo en pocos segundos, todo era tan extraño como alguien cambiaria tan drásticamente, sin inicio de alguna historia, solo porque sí.

Sin pensarlo, me quede parada y me devolví, mientras agarraba su brazo para detenerlo, aunque mi corazón latió fuerte y el miedo invadía mi mente, la coherencia en este punto no era una buena elección para actuar.

— Solo quiero saber... ¿porque has cambiado tanto?.

El solo se quedo ahi, inmóvil sin decir una palabra.

— Ahora... ¿no me vas a hablar o solo me vas a ignorar?

Se volteo y me miro fijamente a los ojos, luego aparto la vista y me quito la mano con la que sujetaba su brazo.

— Tanta insistencia, no puedes solo dejarlo pasar y seguir con tu vida —contesto.

— Me duele, como pasamos de ser esos niños que jugaban y se contaban todo a esto, ni siquiera sé que es esto — respondí con mi voz quebrada y mis lágrimas empezaban a salir.

Jorge suspiró profundamente, mirando al suelo por un momento antes de responder. Su voz sonaba cargada de dolor y pesar.

— Lía, no puedo negar que las cosas han cambiado entre nosotros, no puedo quedarme estancado en el pasado. La vida nos ha llevado por caminos diferentes y debemos aceptarlo.

Sus palabras me cortaron como un cuchillo afilado, pero aunque el dolor me invadió, sabía que tenía razón. No podíamos aferrarnos a lo que fue, pero yo no podía aceptar lo que es ahora.

— Entiendo eso, Jorge, lo entiendo. Pero necesito comprender qué ha sucedido contigo, por qué te has convertido en alguien tan distante y frío.

Jorge se pasó la mano por el cabello, pareciendo luchar contra sus propias emociones.

— Han habido tantas cosas en mi vida que han cambiado, Lía. la vida me ha golpeado fuertemente. No quiero arrastrarte a todo eso, quiero que seas feliz, incluso si eso significa que tengo que alejarme.

En ese momento, solo me dijo eso y se fue.

No sabia si creerle o no, estaba extraño por una parte sentía que algo le pasa y por otro lado mi corazón quería creer en sus palabras, mientras lo veía alejarse y me sumergía en mis dudas y pensamiento, alguien venia acercándose a mi por detrás, sentí la presencia de alguien.

Giré lentamente, esperando encontrarme con un rostro conocido.

— Lía, ¿estás bien? — preguntó, su voz llena de inquietud.

— No lo sé, Matthew. Todo ha sido tan confuso y doloroso últimamente. No entiendo qué le pasa a Jorge, por qué se ha alejado de esta manera. Y ahora, estoy aquí, tratando de encontrar respuestas en todos los lugares equivocados.

Matthew puso una mano reconfortante en mi hombro y me miró con ternura.

— Lia, sé que esto es difícil para ti. Pero a veces, las respuestas no están en los demás, sino dentro de nosotros mismos. Tal vez Jorge esté pasando por algo que no puede compartir en este momento, pero eso no significa que sea culpa tuya o que debas cargar con esa responsabilidad. Tú también mereces ser feliz.

Sus palabras resonaron en mi interior, como un susurro de sabiduría en medio de la confusión. Me di cuenta de que tenía que dejar de buscar respuestas externas y comenzar a confiar en mí misma.

— Tienes razón, Matthew. No puedo controlar las acciones de los demás, pero puedo controlar cómo reacciono ante ellas. Necesito encontrar mi propia felicidad y dejar que Jorge encuentre su camino.

Matthew sonrió, asintiendo con aprobación.

— Eso es lo importante, Lía. Tú mereces ser feliz, sin importar lo que pase. Y siempre estaré aquí para apoyarte en cada paso del camino.

Nos abrazamos con fuerza, sintiendo la calidez de la amistad que nos había unido durante tan poco tiempo. Sabía que tenía un verdadero amigo en Matthew, alguien en quien podía confiar y apoyarme.

La confusión se apoderaba de mis pensamientos mientras sostenía a Matthew en ese abrazo reconfortante. Sentía su sinceridad y apoyo, pero también percibía una chispa de algo más en su mirada. No podía negar que me atraía hacia él, pero también sabía que mi corazón estaba herido y necesitaba tiempo para sanar.

No podía negar que me gustaba, aunque lo conocía poco, tal vez el sentimiento por jorge era mi apego a lo que fuimos cuando eramos niños y debería darle una oportunidad a Matthew, tal vez si lo dejo ir, mi corazón podría ser feliz y dejar el pasado.

Con gentileza, me separé del abrazo y miré a Matthew directamente a los ojos. Le agradecí por estar allí para mí y le expresé lo importante que era su amistad, pero también le dejé claro que necesitaba tiempo para ordenar mis sentimientos.

— Matthew, aprecio mucho tu presencia y tu apoyo en este momento difícil. Pero también necesito espacio para descubrir lo que realmente quiero y necesito en mi vida. Mi corazón está confundido y herido por lo que ha sucedido con Jorge. No quiero lastimarte ni lastimarme a mí misma saltando a una relación sin antes sanar completamente.

Matthew asintió comprensivamente, mostrando su respeto por mi decisión. Me aseguró que estaría ahí para mí, como amigo, sin importar qué camino eligiera.

— Lía, entiendo perfectamente tu situación y respeto tus necesidades. Para mí, lo más importante es que encuentres la felicidad y la paz interior que mereces. Estaré aquí para ti en cada paso del camino, tanto como amigo como cualquier otra cosa que necesites.

Sus palabras fueron reconfortantes y me dieron un sentido de alivio.

Aunque el futuro seguía siendo incierto, sentía que había dado un paso importante hacia adelante. Sabía que mi corazón necesitaba tiempo para sanar y que debía aprender a estar completa por mí misma antes de poder abrirme a alguien más.

Lia y Jorge: Un Amor De Infancia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora