2. (p≧w≦q)

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El cielo color rosa igual que las flores de cerezo de Osaka, iluminan los ojos de Seungcheol. Es casi verano, así que la calidez del ambiente hace que un paseo nocturno sea el más agradable para despejar la mente.


Un gato de pelaje naranja, tan intenso que casi es rojo, ronronea en su pierna, mientras camina alegremente por las calles de su barrio. El aire es fresco, el calor no ha hecho de las suyas todavía.


Se agacha para acariciar al peludo felino y un pensamiento invade su mente. Sus comisuras se elevan y no puede evitar sentir una sensación agradable en su estómago. Este gato le ha hecho recordar a un pelirojo de brillante sonrisa y ojos de media luna decorados con un pequeño lunar al lado izquierdo de su pómulo.


Es tan hermosa la imagen mental, que lo hace suspirar. Puede recordar lo amable que fue este chico coreano al ofrecerle pasar a su casa ese día de lluvia fuerte y clima helado. Sin embrago, su expresión de ternura cambia a un fuerte sonrojo cuando flashbacks de esa tarde llegan a su cabeza.





Eran las 5 de la tarde de ese nublado día. Seungcheol salió corriendo hacia la tienda de convivencia más cercana a su escuela. Gotas de lluvia lo alcanzan a mojar antes de entrar al lugar y puede ver con expresión asombrada y cansada como las nubes, de forma violenta, dejan caer la poderosa lluvia.


– Mierda, debí hacerle caso a mi madre y llevar el paraguas verde de papá – mira el establecimiento casi vacío, buscando algún espacio para poder sentarse y tal vez comer algo para regular su temperatura.


– ¿Cheol-san? – una voz cálida y armoniosa lo interrumpe en su acción de encontrar una silla. Esta de frente a él, un chico más alto que él por unos centímetros, pelirojo y con una mirada risueña, esperando a que el mencionado le saludé.


– No se si se acuerda de mí, pero estamos en la misma clase – y claro que Seungcheol lo recuerda; tuvieron una conversación muy divertida acerca de cómo la pizza es la mejor comida del mundo y como soñaban con probar la receta original italiana. Pero justo ahora, ver ese rostro apenado y esas lindas y grandes manos frotarse con fuerza en su nuca, lo llevaron a tener un hilo de pensamientos que lo llevaron un poco lejos del presente.


– Seokmin-kun, deja de ser tan cortés, llámame senpai y ¡claro que te recuerdo¡, eres alguien bastante conocedor en el tema de la mejor comida del mundo, ¿como olvidarte? – suelta una pequeña risa y un sonrojo leve ahora adora las marcadas mejillas del coreano.


– Supongo que es verdad – Seokmin voltea su mirada del rostro etéreo del japonés por la vergüenza, no obstante, visualiza el tan famoso pan de pudín que Joshua le había mencionado.


– Seungcheol... senpai, ¿me permites invitarte a mi casa a comer un delicioso pan de pudín? – sigue sin mirarlo a los ojos, pero su voz suena ligera.


Seungcheol se sorprende. Planeaba llegar a casa y tomar una larga y pesada siesta, después de un agradable y caliente baño, pero la idea de ir a la casa del pelirojo, donde estarían solos y con muchas posibilidades, le prendió de inmediato.

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⏰ Última actualización: Nov 19, 2023 ⏰

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