Quise pensar que no me dolió
Pero al ver tus ojitos cansados no veo por qué el extraño tiempo decidió apagar la galaxia de tu noche estrellada
Mi terco corazón quiere seguir insistiéndote para que te quedes a mi lado, pero mi amargo orgullo me dice que la falta de tus cálidas manos en mi frío tacto no me matará
Porque de amor nadie muere escuché decir, y porque al final, una estrella fugaz no se queda a esperar tu deseo.