[me quedo prendao', si me quedo a tu lao', o fumando en mi ventana para colocarte.]
no sabe cual fue el momento exacto en el que sanji pasó a ser el motivo de sus sonrojos.
[mi desierto se inunda si te quedas ya a dormir, arrancar los problemas de raíz, haces que se confunda mi miedo con humo.]
todo fue tan rápido, en el que se halló a sí mismo besando con desespero los labios del omega rubio, que sonreía entre besos, feliz de haber obtenido lo que tanto quería; al marimo solo para él solito.
[desintoxicándome del tacto de tu piel, me estoy recuperando pero no estoy bien, oh no, no se cierran las heridas, y el boquete de mi pecho, duele si te vas.]
zoro
era indescifrable, para él; lo era, ¿quién era sanji? ¿era verdaderamente el hijo de aquel anciano del baratie? para él, era quizás; el omega que encajaba casi a la perfección del estereotipo cruel de los omegas, así como a la vez era el que menos lo hacía, confuso, ¿cierto?, bueno, lo mismo era su mente, cada vez que intercambiaba palabras venenosas con el omega, cada que sentía los golpes del rubio, o las miradas filosas del mismo, era esa satisfacción extraña de saber que el omega estaba dándole atención. pero el verlo verdaderamente enojado lo hacía temer por sus testículos, y no sólo los suyos, también los de los demás.
cuando sanji se enojaba verdaderamente, ardía el mundo, el mismo zeff se los advirtió.
era delicado, parecía encantarle lo elegante y ser refinado con todos (menos con él), era hermoso, no lo negaba, él; como alfa, reconocía la belleza innegable del rubio, alto, delgado, con una pequeña cintura que ayudaba a resaltar su respingado culo, cabello suave y bien cuidado al igual que su piel blanquecina y delicada, era como ver a una bella flor.
una bella flor llena de espinas.
por que lo delicado se le iba cuando zoro lograba sacarlo de sus casillas. la pelea decimotercera de la semana se desató esa tarde luego de reclamarle al rubio la falta de sake en el barco, pues el cocinero parecía haber olvidado comprarlo, y si de por sí estaba irritado debido a sus hormonas descontroladas debido a tener cerca el periodo de celo, el tener ya no solo al capitán, sino también al espadachín encima suyo como perros fuera de carnicería esperando por anhelados deseos de gula y alcoholismo, lo hacían querer saltar del barco y desaparecer en el mar fuera de la vista de los alfas a los que consideraba amigos.
zoro con el paso de tiempo y de convivencia había ido aprendiendo las manías o algunos sentimientos del rubio, no por que le interesara, "lo jura", sin embargo era inevitable, además de que chopper en cuanto supo que en la tripulación había la presencia de dos omegas solamente, se había encargado de darles una charla aburrida y larga sobre los omegas y los cuidados que como alfas debían tener, además de tener advertidos el alejarse de los mismos una semana cada dos meses, todos, desde nami, hasta el capitán, era de ley.
pero se le dificultaba muchísimo el comprender a los omegas, incluso usopp era más sencillo de comprender que sanji que era una caja cerrada llena de secretos, no solo para él, para todos, una barrera que parecía interponerse entre ellos y que ocasionaba el que sus personalidades terminaran por chocar entre sí, haciendo entre ellos una tensión intensa, una tensión que aveces ni él comprendía, por que la actitud coqueta del omega hacía que se le revolviera el estómago.
— ¡provecho! — gritó el capitán de su tripulación, comenzando, como era de costumbre, a devorar toda la comida que se interpusiera enfrente. sabía que al rubio se sentía halagado y feliz de ver como la comida era disfrutada por su familia, y al mismo tiempo, como era que le molestaba que no recibiera un halago de él.
sanji
pero el omega por otro lado, sentía, más que enojo, un golpe a su orgullo como cocinero, el no recibir ni siquiera un agradecimiento del alfa de cabellera verde, sin embargo, por el momento, sus hormonas estaban alteradas, pues su celo comenzaría aproximadamente en cuatro días, teniéndolo más alterado que se costumbre, era por eso que ya no sólo con los demás, sino también con marimo era que comenzaba a tener cierta distancia, pues le ponía los vellos de punta el sentir el tacto del alfa aun si era a través de una pelea, y sabía, que si mantenían una pelea, su omega, se alteraría y terminaría en un escenario catastrófico, y humillante.
por que sanji sentía y comprendía que roronoa zoro lo odiaba.
— oi, cocinero. — en cuanto los demás terminaron su comida, y su lucha por no perder su cena en manos de luffy, el que quedó en la cocina, fue nada más ni nada menos que el espadachín, ya sabía lo que quería... — ¿dónde está el sake? sé que debe de haber por ahí. — cuestionó, con una expresión seria, como era de costumbre.
— no compré, deja de joder con eso, ya te lo había dicho, marimo, no pienso pelear. — respondió, comenzando a lavar los trastes sucios.
— sigo sin creerte. — no caería en las provocaciones de zoro, no pelearía. su omega interior comenzaba a sentirse ansioso de sentir el aroma a menta del alfa.
— pues no me creas, ahora, largo, estoy ocupado. — respondió, mordiendo su mejilla interior. — ya es noche, me siento cansado de aguantarte como para luchar contigo hoy, jódete.
jura que fue de la nada que sintió el calor corporal del alfa, invadiendo su espacio personal, haciéndolo tensarse de tener tan cerca al mayor, que comenzaba a sentirse abrumado.
— estoy en abstinencia.
— ¿y qué quieres que haga, ve nadando a una isla y toma todo lo que quieras hasta que te dé un coma etílico. — respondió. — ¡y aléjate de mí, tonto!
— ¿estás nervioso? — a zoro comenzaba a divertirle.
— no. — sí. — pero apestas, báñate, y sirve que calmas tú estúpido alcoholismo por un rato, molestas. — es que era zoro quien lo provocaba a pelear, no quería iniciar una disputa, pero con ese alfa invadiendo su espacio, y sobretodo él con sus hormonas a todo, hacían que perdiera los estribos, y no solo lo molestaban, lo ponían muy nervioso. — no puedo hacer nada.
— sí puedes. — ¿qué planeaba? — ayúdame a calmarme la ansiedad.
[duele cuándo estás, duele por que suele aparecerse en mi techo, salen humedades, se llenan de goteras mis ojos cuando me invades.]
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humo ;; zosan
Fanfiction[me quedo prendao', si me quedo a tu lao', o fumando en mi ventana para colocarte.] no sabe cual fue el momento exacto en el que sanji pasó a ser el motivo de sus sonrojos. [mi desierto se inunda si te quedas ya a dormir, arrancar los problemas de r...