Prólogo

3 0 0
                                    

Mi historia comienza alrededor de inicios de semestre, me encontraba junto con mis amigas paseando por un evento en el cual había muchos autores de novelas y donde vendían muchos libros, como ellos saben la literatura es mi fuente de energía, mi lugar seguro y mi espacio donde puedo ser yo mismo sin que nadie me juzgue, muchos de lo chicos que me conocen piensan que soy muy extraño por que me interesen los libros, pero yo pienso que es por que realmente no se ha tomado el tiempo para sentarse y leer una buena novela, así que no puedo juzgar que su vidas giren entorno a esos deportes sin sentido como son el Futbol y esos.

Pero bueno, sigamos con mi historia.

Mi nombre es Ulises y tengo 18 años, soy estudiante de la Facultad de literatura y es mi primer semestre, como decía, todo comenzó a inicios de semestre donde mis amigas y yo fuimos a este evento donde habían muchos autores, yo al principio estaba fascinado, me encantaba escuchar como cada uno hablaba sobre sus libros y como se inspiraban para crearlos, estaba muy feliz, hasta que asistimos a una conferencia donde un señor bastante mayor se encontraba hablando sobre su libro y para ser honesto no me intereso mucho, su libro se escuchaba aburrido y como no me intereso me puse a leer un libro mejor, muchos creerán que eso puede ser grosero pero la literatura se hizo para que las personas la disfruten en cualquier lugar, así que no me importa.
Mis amigas se encontraban fascinadas con ese hombre, voy a admitir que su voz era bastante sensual, era tan grave y profunda que me hacia que mi cuerpo se llenara de un sentimiento que me relajaba y hacía que mi lectura tomara un muy buen camino; me emocionaba mas y mas con cada palabra que atravesaba mis ojos que estuve a punto de gritar, si no fuera por que por un momento mire hacia el frente y ahí se encontraba el señor, mirándome con esos ojos tan oscuros que hacían que mi cuerpo se estremeciera y con esa sonrisa coqueta que me paralizo e hizo que me sonrojara al instante, no se que me pasaba pero no podía dejar de verlo y el a mí tampoco.

Creo que tuvimos alguna conexión.

Entre nosotros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora