- Claro. - La mirada de Joel no solo mostraba decepción, también vergüenza. Observó cómo todos los presentes lo miraban con lástima, lo cual solo hizo que se sintiera aún peor.
Desorientado, buscó refugio en sus propios pensamientos. Todos esos ojos compasivos solo le recordaban su propia falta, su error. Pero fue entonces cuando sus ojos se encontraron con los de Anneliese, y supo que ella podía ver a través de su fachada de tristeza. La expresión de Joel le partió el corazón a la joven.
- Joel. - gritó Anneliese, desesperada por detenerlo, pero fue en vano. El hombre continuó su camino, sin dar la menor indicación de que iba a regresar.
La rabia de Anneliese creció al ver el injusto trato que Ellie le había dado a Joel. Ella siempre había sido protectora con aquellos que amaba y no dejaría que nadie los lastimara impunemente. Se acercó a Ellie de manera amenazante y la empujó sin tanta fuerza.
- ¿Qué te pasa, Ellie? - cuestionó furiosa.
Tate, al darse cuenta de la escalada de tensión, se levantó rápidamente para evitar que la situación empeorara.
- Anneliese. - susurró, tratando de calmarla mientras se acercaba y tomaba su brazo, pero ella se resistió y lo apartó bruscamente.
- No, Tate. - lo miró con enojo y él entendió que debía mantenerse a distancia, conocía el temperamento explosivo de su hermana pero tambien sabía de la lealtad que le tenía hacia Ellie.
- Ya es suficiente con tus actitudes, Williams. Has sido lo suficientemente cruel con él y yo no he dicho nada. - Anneliese se acercó aún más a Ellie, hablando en voz baja para que nadie más pudiera escuchar.
Pero antes de que pudiera decir algo más, Anneliese la interrumpió.
- Pero que no se te olvide lo que él ha hecho por ti, Ellie. No olvides que gracias a él estás aquí en este momento. Tú sabes perfectamente cuánto te quiere, así que discúlpate. -
- Chicas, tranquilas. - intervino Dina, intentando calmar la situación.
Pero Anneliese estaba enfocada en Ellie y ignoró por completo a Dina.
Ellie, sin saber cómo responder a todo lo que acababa de escuchar, se sintió vulnerable. Se mostró indefensa, incapaz de defenderse o de pronunciar palabra alguna.
Por su parte, Tate sintió que era momento de detener el enfrentamiento. Con su mano en el hombro de su hermana, trató de calmarla.
- Ya fue suficiente, Anneliese. - le dijo con firmeza.
Anneliese no respondió, simplemente suspiró larga y pesadamente, y siguió el camino que Joel había tomado momentos antes, sumiéndose en la misma tristeza que él había experimentado.
Ellie, todavía atónita por la forma en que Anneliese le había hablado, sintió como si esa conversación le hubiera abierto los ojos. Por más hirientes que hayan sido las palabras de Anneliese, parecían despertar en ella una nueva perspectiva.
- Ellie, necesitamos descansar. - Dina intentó una vez más llamar su atención.
Pero Ellie la ignoró por completo y siguió el camino que habían tomado todos los demás, dejando a Dina sola con sus preocupaciones.
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