Aquello ocurrió en la oscuridad más profunda de la noche. Un joven de lentes circulares en color verde sonreía ante la pantalla frente suyo. Después de muchas horas y muchos intentos, por fin había logrado romper la seguridad de la escuela. Su emoción era obvia mientras buscaba en la mesa su vaso con gaseosa. Tomando con satisfacción, continuó por buscar aquello que lo había llevado a esto.En la pantalla se veían varias carpetas de los diferentes profesores, y entre ellas presiono en el nombre: David Wencher. Allí dentro estaban los datos de este hombre; desde su edad y estatura; como su número de seguridad social o su curriculum vitae. Copiando los datos allí dentro, se estiró en su silla para levantarse de una buena vez.
(Ahora solo queda esperar...) tomando aún más gaseosa, se preparaba para retirarse del cuarto a tomar un poco de aire. Sin embargo, antes de poder hacer algo, la pantalla se había vuelto completamente en negro.
(Hm?) En aquella pantalla negra, se hacían presentes letras de blanco en el font básico de Windows. Lentamente, se creaba un mensaje el cual llamó la atención del joven.
[Perdona mi intrusión, busco hablar contigo.]
I...
Con rapidez, se acercó al teclado para escribir su clara incógnita.[Quien eres!? Porque tienes acceso a mi computadora...? Como lo hiciste?]
Tras unos instantes casi eternos , la respuesta se formaba lentamente. Y leyendo cada nueva letra, sintió como se helaba su piel.
[Joseph Linder, quiero ofrecerte algo que deseas.]
I[... Cómo sabes mi nombre!? Qué quieres de mi??]
[Cálmate y lee mi propuesta. Quizás así, podrás conseguir el dinero para tu padre.]
I...
En el momento en que leyó las últimas palabras, saltó de su asiento con sorpresa y disgusto. Su mente corría a mil mientras se preguntaba quién podría ser la persona que supiera tanto de él y pudiera romper la seguridad de su computadora. Sin embargo, nadie venía en mente. A pesar de ser bastante joven, Joseph había sido campeón en varios torneos de informática. Había pocos que podrían superarlo en tal ámbito. Hackear su computadora era un logro realmente impresionante. Sin embargo, lo más aterrador era la mención a su padre. lo cual le llevaba a creer que era alguien bastante cercano. Solo unas personas contadas sabían sobre la situación de su padre.
[Quién eres? Como sabes lo de mi padre...? Eres Joshua?, quizás Nat?]
[No soy Joshua Linder, ni Nathaniel Falls. Primeramente, esta computadora no ha sido hackeada ni alterada de ninguna manera. Estás malinterpretando la situación. Si quieres, puedes hablar en voz alta y te contestaré. Y no estoy usando el micrófono de tu computadora Joseph. ¿No te acuerdas haber removido esta hace unos meses?]
I...
- No entiendo que puedo estar malinterpretando. Es obvio que tienes control de mi computadora. Si encima puedes escucharme ahora mismo, ¿no tengo muchas opciones o no? ¿Acaso debería rogar para que no filtres lo que sea que encontraste?
Joseph no era un joven que fuera atado por la ley. Sumándose a su conocimiento en informática, era obvio que había hecho muchas "travesuras" que podrían llevarlo a la cárcel en el caso de ser descubiertas. Alguien que tenía acceso a su cuarto como para escucharlo cuando hablara, era básicamente alguien con la habilidad de lanzarlo a la cárcel en cualquier momento. Joseph alzaba sus manos en rendimiento, mientras guardaba en su interior una rabia e ira incalculable. Estaba molesto porque la persona en aquella computadora no contestaba ninguna de sus preguntas. Además, había hablado de su padre, cosa que realmente le preocupaba.
[... No pienso que tus pecados deban de ser perdonados. Sin embargo, ya hay alguien que ha pagado por ellos.]
I- Así que sí puedes escucharme. Maldito enfermo... ¿Qué buscas de mí?, responde de una vez... Sé que no puedes ser un policía, sino no me habrías contactado así, tú quieres algo de mí. Suéltalo de una vez.
[No busco el conflicto. Te estoy dando una oportunidad.]
I
[Si cumples con mi pedido; ganarás dinero, poder, y felicidad.]
I
[Te lo prometo. No debes preocuparte más si sigues mi palabra.]
I
[Después de todo, yo soy Dios.]
I(¿Dios?) Antes de que dijera algo, la pantalla había vuelto a la normalidad. Los archivos que intentaba copiar ya habían sido guardados. Y entre estos se mostraba uno extra que había aparecido de la nada.
"Contrato divino"
Sin poder creer que aquel lunático se hacía llamar dios, entró en el archivo. Entre risas leves para calmar su tensión, aquella gracia se fue desvaneciendo mientras leía el tal contrato.
Allí estaba escrito un plan. Un plan estúpidamente detallado y a la vez genérico.
Allí había nombres, direcciones, secretos y debilidades.
Allí se encontraba el objetivo de todo.Estupefacto, Joseph susurro.
{¿Lágrimas del pecado...?}