El motel

Motel

Sabía que esto estaba mal, un mar de sentimientos lo azotaban, culpa, excitación, placer, vergüenza entre otras, ver al rubio en aquella situación tan lujuriosa le hacía sentir corrientes eléctricas por todo su cuerpo.

Recordaba cómo había terminado en aquel cuarto de Montel caro pero seguía siendo tan vulgar como cualquier otro, aún no podía comprender en qué momento había escalado la situación a tal magnitud, sus neuronas iban muriendo una por una conforme al ambiente se iba calentando.

Si regresaba unas horas antes se encontraría a el mismo de mal humor dentro de la oficina, después de una discusión con Sanji por una tonta apuesta sobre ventas que el de cejas rizadas había ganado, podría decir que su relación era así, siempre estaban discutiendo por tonterías pero al final eran amigos pero está vez algo se sentía diferente.

tenía unos días que la dinámica había dado un giro, en una noche de reunión entre los mugiwaras, ya entrados en copas ambos comenzaron a pelear por un comentario de nami de quien sería el pasivo y quién el activo si tuvieran una relación ambos. El peliverde sabía que finalidad había tenido ese comentario, su confidente Nami tenía la teoría de que ambos estaban enamorados.

Era consciente que de todo el grupo el rubio era el más atractivo, que le molestaba solo para obtener su atención, que le causaba molestia su forma de coquetear con las chicas y más cuando ellas le seguían el juego, podría decirse que cuando le cocinaba su comida favorita, aquellas veces en las cuales le halagaba o se ponía ese traje verde esmeralda hacia que el calor llegará a sus mejillas, pero enamorado no estaba, solo sentía un poco de afinidad hacia el cocinero.

Nami no sabía lo que había desatado antes de aquella pelea donde Sanji argumentaba que nunca tendría una relación con Zoro porque el era heterosexual y solo le atraen mujeres hermosas y no marimos idiotas pero en un caso hipotético claramente el era el activo, por su parte Zoro se encogió de hombros rio para evitar aquella incómoda sensación que le causaba las palabras de su compañero y contestó "mírenlo soy más fuerte obviamente yo soy el activo".

El fin de semana ambos no se dirigieron palabra ni siquiera una sola mirada aún cuando vivían juntos, aún cuando luffy su otro compañero de casa siendo algo lento se había dado cuenta que había algún tipo de subtexto dentro de la pelea, el resto de la semana habían vuelto a hablar solamente para discutir, el viernes había llegado, era fin de mes y día en el que se contabilizaban las ventas, por la mañana ambos habían comenzado de nuevo una pelea ahora sobre quien tenía el mejor equipo de trabajo terminando en aquella apuesta de ventas, a mitad de jornada se declaró ganador al rubio.

A partir de ese momento todo comenzó a ir de mal en peor, había un gerente del cual Zoro había escuchado que acosaba sexualmente a hombres y de unas semanas para acá había notado que no le quitaba la mirada a Sanji, le ponía los pelos de punta pero no estaba seguro sobre lo que le decía su intuición, se acercó al equipo de Sanji y ofreció pagar las bebidas y el karaoke saliendo del trabajo, tomando al rubio del hombro, por instinto se metió entre los dos y afirmó que su equipo también iría, que no sería malo después de un mes tan bueno.

Ya en el karaoke, de las 11 personas solo 8 se estaban divirtiendo sinceramente, Zoro solo tomaba sake desde el sillón más cercano a Sanji y no le quitaba la mirada de encima, el de cejas rizadas se sentía molesto por la situación y aquel gerente solo planeaba su siguiente movida. No pasaron ni 15 minutos cuando Sanji molesto se levantó y salió del cuarto, el peliverde lo siguió al momento cuando ambos ya estaban fuera del edificio.

¿Que mierda quieres?- preguntó molesto

Sanji esto es serio, tienes que tener cuidado con el gerente trama algo- intentó conservar la calma pero sabía que algo malo ocurría

¿Que acaso soy demasiado débil para cuidarme de el?- aún que en ese momento Zoro no lo entendió aquella pregunta venía con origen de aquellos comentarios donde el espadachín había dicho que era físicamente el pasivo.

Vamos cejas rizadas, escúchame no confíes en el- aquel sentimiento de incomodidad le cegaba ante lo que mostraba el contrario.

La discusión termino mal y Zoro dio vuelta "jodete" dijo antes de caminar en dirección contraria al karaoke, mientras tanto Sanji hizo el mismo comentario entrando al karaoke.

El moreno no llego muy lejos, se sentó en una parada de autobús frente a un Montel adornado con luces neón, estaba a unas calles de aquel karaoke suspiro y espero que el último bus pasara, estaba quedándose dormido cuando un carro gris de lujo paso frente a el, una cabellera rubia bastante conocida iba en el asiento de copiloto, el carro entro directo al motel, se levantó procesando lo que acababa de pasar y se dio cuenta que era el carro de aquel tipo de su trabajo, entro corriendo y tuvo buscar cochera por cochera hasta que dio con el carro gris.

Tocó con fuerza la puerta hasta que el gerente le abrió.

¿Que mierda?- alcanzo a decir antes de que fuera empujado con fuerza.

Zoro entro al cuarto y se encontró a Sanji recostado en la cama temblando y llorando, cuando lo vio comenzó a llamar su nombre mientras le pedía ayuda, en ese momento vio rojo, volteo a ver al tipo tirado en el suelo, lo levantó de la camisa y golpeó fuertemente su rostro.

No vuelvas acercarte a el hijo de puta- lo aventó fuera del cuarto y cerro tras el, aún que ganas no le faltaban de matarlo podía oír los gemidos de dolor y miedo de Sanji, el ver el bienestar del rubio era su prioridad.

Creo que el me drogo- jimoteo- me siento mal, mi cuerpo arde, quiero...
Quiero...

Tranquilo -Zoro sabía en qué iba a terminar la frase, lo cargo y lo llevo al jacuzzi del cuarto- vamos a darte un baño

Abrió la llave y busco la temperatura perfecta, Sanji arrastraba sus manos por su propio cuerpo intentando deshacerse de aquella sensación, la sangre corría furiosa hacia su pene ocasionando una erección notable, vestía un pantalón negro y una camisa blanca a medio abotonar, junto con el agua mojandole no dejaba nada a la imaginación.

El peliverde sentía desesperación por la situación del contrario, esperaba que el agua lo apaciguara,  cuando de repente se comenzó a quitar la ropa con movimientos torpes.

Quitamela- susurraba fuera de si, el obedeció y comenzó a desnudarlo.

La piel blanca brillaba con las gotas de agua, su figura esbelta pero marcada le invitaba descaradamente a tocarlo, uso toda su fuerza de voluntad para no caer en la tentación.

Sanji bajo su mano hasta su pene y comenzó a masturbarse sin estar totalmente consciente de la mirada que se clavaba hipnotizada en su cuerpo, subía y bajaba furiosamente sientiendo el placer y la desesperación en su ser.

Zoro estaba tan absorto entre la preocupación y la excitación que le causaba aquella imágen que no supo en qué momento el contrario comenzó a llamar su nombre, sacudió la cabeza para despabilarse y se acercó ligeramente para poder escuchar que necesitaba, bastante fue su sorpresa que no le llamaba si no gemía su nombre, ahí se dio cuenta que no podría estar más dentro del baño así que salió huyendo al cuarto.

Se sentó a un lado de la puerta que había dejado abierta para poder saber que el rubio estuviera bien, con vergüenza bajo sus pantalones y ropa interior para proceder a imitar a su compañero, si alguien los hubiera visto habría apostado que era un montaje de alguna película pornografía pues de alguna forma ambos coordinaron sus movimientos para que subieran y bajarán al mismo tiempo aún sin estar mirándose.

el primer orgasmo llegó para Sanji quien solo gimió alto y su semen salió combinándose con el agua aún tibia, al escucharlo Zoro llegó a su orgasmo y sin poder retenerlo salió de su boca el nombre del de cejas rizadas que tan duro le había puesto, estaba manchado de aquel líquido pegajoso blanquecino, se quitó la camisa y limpio su lujuriosa mancha, quería seguir... Quería más, pero tenía que cuidar de su amigo, ya de sus pensamientos impuros se haría cargo después.