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Después de un gran día en Las Vegas, vi a Max entrar a la habitación justo cuando yo sostenía una bolsa de regalo.

—Amor, no debiste...—intento decir, pero él me interrumpe,

—Ábrelo, te va a gustar— Con nerviosismo, me siento en la cama mientras él desenvuelve la bolsa.

Max saca algo de la bolsa y cuando ve lo que es, su reacción es indescriptible.

—¡Es una prueba de embarazo positiva!— exclama, soltando la bolsa y corriendo hacia mí para abrazarme.

—Me haces el hombre más feliz del mundo. No puedo creer que voy a ser papá nuevamente—dice emocionado.

La mezcla de emociones se apodera de mí en ese momento. Ver la alegría y la emoción en los ojos de Max me llena de felicidad.

Max se pone de rodillas frente a mí, con una expresión de pura ternura y emoción.

—Pequeño o pequeña, espero que estés saludable. Cuidaré mucho de ti y de mamá. No sabes cuánto te he esperado—, dice con un brillo especial en sus ojos mientras besa suavemente mi vientre.

Al levantarse, me pregunta con cariño,

—Los chicos nos invitaron a festejar. ¿Quieres ir o prefieres que nos quedemos?—Sonrío, sintiendo una oleada de amor y complicidad.

—Vamos. Papá cuida a Guillermo y además, hoy es un día muy importante para Checo. No hay que dejarlo festejar solo"—

(......)
Pov Charles

Están Carlos y yo en el auto, a punto de llegar al antro. Carlos rompe el silencio,

— ¿Por qué no le dijiste a Max lo que te dijo su padre?—Suspiro profundamente y respondo,

—¿Tú crees que me iba a creer? Ja, claro que no.—
Carlos asiente comprensivamente,

—Solo espero que por el bien de Hanna, ese tipo no haga algo—

Al llegar al antro, la atmósfera bulle de emoción. Todos están felicitando a Hanna y a Max. En ese momento, Lando se acerca y dice,

—Carlos, ve a felicitar a Max, será papá. Hanna está embarazada— Siento cómo algo se quiebra dentro de mí.

Caminando hacia otra mesa, intento ahogar mis emociones con alcohol, pero ni siquiera puedo empezar a beber. Mi mirada se queda fija en cómo todos abrazan y felicitan a Hanna. Por fuera, intento mantener la compostura, pero por dentro, siento cómo se desmorona algo en mí.

(.....)

Narrador

La noche avanza y Hanna pierde de vista a Max en medio del bullicio del antro. Decidida a encontrarlo, se acerca a Checo con una mirada inquieta,

—¿Has visto a Max?— Checo responde,

—Pensé que había ido contigo al baño, debe estar allí—. Agradecida, Hanna se encamina hacia los baños, pero en su camino se topa con Jos en la barra, quien sonríe y se acerca.

Hanna, con un tono defensivo, anticipa lo que podría decir Jos,

—¿Ahora qué va a decir? ¿Que me embaracé a propósito?— Jos, en cambio, suelta una risa y comenta

—Deberías ver el espectáculo que está montando mi hijo en el baño. Parece que le gustó más la chica que traje para él-

Alarmada por la situación, Hanna se apresura hacia el baño y al entrar, se queda petrificada al presenciar a Max con otra persona. Sus ojos se empañan de tristeza y decepción. Max la mira con incredulidad,

—Hanna... yo pensé que tú eras... Dios mío, por favor, escúchame—

Pero Hanna, abrumada por la situación, comienza a atravesar entre los invitados casi corriendo, buscando salir del antro lo más rápido posible, tratando de escapar de la abrumadora realidad que acaba de presenciar.

Hanna, entre lágrimas, sale del antro y se dirige al estacionamiento, tratando de contener su angustia mientras busca un taxi. En ese momento, Charles sale de su auto , el ya estaba por irse , no estaba disfrutando nada, pero  al verla así, se acerca preocupado,

—¿Estás bien? ¿Qué te pasó? ¿Te hicieron algo?—

Hanna niega con la cabeza y lo mira con los ojos llenos de lágrimas,

—Max... Max estaba con otra en el maldito baño—. Charles, a pesar de saber quién es el culpable, intenta calmarla

—Hanna, por favor, tranquilízate. Te puede pasar algo, tal vez fue una equivocacion o una trama —

Pero Hanna, con la voz entrecortada por la rabia y la tristeza, grita con desesperación,

—¿¡Qué!? ¿¡Quieres que esté bien cuando el papá de mi bebé estaba teniendo sexo con otra en el baño, justo frente a mí!?— La sensación de traición y dolor la sobrepasa, desencadenando un torrente de emociones que es imposible contener.

Charles, al darse cuenta de que Hanna está sufriendo un ataque de pánico, cambia rápidamente de enfoque. Con tono calmado pero urgente

—Hanna, sube a mi auto. No necesitas pasar por esto aquí—. Entre lágrimas y con la respiración agitada, Hanna sube al auto de Charles.

Arranca el motor y comienza a manejar rápidamente, intentando alejar a Hanna de esa situación angustiante. Sin embargo, en ese momento, Max sale del antro y busca con la mirada a todas direcciones, intentando descubrir hacia dónde se dirigió Hanna, su rostro refleja confusión y preocupación al no verla por ningún lado.

Max, frustrado y preocupado, regresa al hotel esperando encontrar a Hanna y Guillermo en la habitación, pero se da cuenta de que sus cosas no están allí. Alarmado, toma su teléfono para llamar a Hanna, pero descubre que ella lo ha bloqueado. Frustrado por la situación, sale apresuradamente y camina molesto hasta la habitación de Charles, donde toca con fuerza hasta que Charles abre la puerta.

Charles, sorprendido por la efusividad de Max, lo mira con cierta distancia.

—¿Qué quieres, Max?— pregunta Charles, notando la ansiedad en la voz de Max. Max, sin rodeos, pregunta angustiado,

—¿¡Dónde está Hanna y Guillermo!?—

Charles niega con la cabeza, sintiendo una mezcla de decepción y desaprobación.

—¿Así de cínico? Por Dios, pensé que ese era yo. Es obvio, Hanna y Guillermo se han ido. Hanna me contó todo, y sabes, ni siquiera yo hubiera imaginado que harías eso— responde Charles con un tono de reproche y asombro ante la actitud de Max.

(....)

Hanna mira a Christian con determinación y entre lágrimas le dice

—Me voy a tener que ir, papá. Por favor, no le digas a Max. Te lo suplico, no le digas a dónde voy, a nadie— Christian suspira profundamente ante la petición de su hija y responde con comprensión

—Está bien, hija. Estaré al pendiente de ti, ¿sí? Cuídate y cuida a Guillermo—

Hanna asiente, agradecida por la comprensión de su padre, y se dirige al auto. Mientras sube, Guillermo, preocupado por ver a su mamá llorar, le dice con ternura

—Mami, no llores. Vamos a casa, nos vamos a sentir mejor, ¿sí?—
Hanna asiente, intentando limpiar sus lágrimas, y dice con voz entrecortada,

—Donde tú estés, conmigo siempre me voy a sentir bien-

let the light in - Charles Leclerc+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora