𝗽𝗲𝗱𝗿𝗼𝗯𝗹𝗲𝗶𝘀 ‼️
Pedro está perdidamente enamorado de Tomás, pero este no le da bola. Aprovechará la más mínima oportunidad para hablarle, aunque eso implique seguirlo a todas partes y o...
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new episode... five.
Con el miedo de que las cosas empeoren, iba de camino a la facultad.
Por suerte el día anterior no me habían molestado los boludos de Matías y sus amigos, aunque las miradas y burlas no se hicieron extrañar.
Al entrar al salón, sentí las miradas de todos impactar contra mi, lo cual me hizo sentir incómodo. Bajé la mirada y caminé hacia el mismo lugar de ayer: bancos de atrás, en medio de Iván y Rodrigo. Solo que ahora estaba Mauro en esta clase, quien extrañamente se sentó en frente mío.
—Che ¿te importa que me siente acá? porque me chupa un huevo, igual me sentaré. —Dice con una sonrisa mientras dejaba su mochila en el piso.
—Da igual, solo no seas tan cargoso, porfa.
Toda la primera clase fue relativamente bien, cada que alguien me hacía alguna pregunta innecesaria con la intención de burlarse, mis amigos (sobre todo Mauro, por alguna extraña razón) me defendían y me hacían sentir un poco mejor.
No fue hasta la segunda hora (que, por cierto, esta clase no la compartía con Pedro) cuando nos anunciaron que el profesor estaba ausente. Matías se levantó y caminó hacia mi fila, alterando a Mauro.
—Epaa, ¿y vos a dónde tan canchero? —Pregunta el pelirosa desde su asiento, deteniendo al contrario poniéndole la mano en el pecho.
—Paraa, no le vengo hacer nada al pibe. —Alejó bruscamente la mano de mauro. Yo solo observaba la situación con miedo mientras Iván colocaba su mano en mi hombro. —Le venía a pedir una fibra, nada más. Tomás ¿me prestás una fibra? cuidado, eh, no vaya ser que me des un vibrador en lugar de la fibra. —Dijo en voz alta causando que toda la clase se ría. Mauro se levantó de golpe y lo tomó de la camisa. Instantáneamente Iván se levantó y se colocó atrás de Mauro para evitar que suceda otra cosa.
—¿Ahora sos el payasito de la clase? ¡Volvé a hacer un comentario así y te juro que te reviento la jeta! ¡Te juro que lo hago! —Le gritó en la cara mientras lo agitaba bruscamente.
—Pará, Mauro, tranquilo. —Calmó Iván. El contrario soltó a Matías y se quedó de pie.
—Bajá un cambio, era joda. Tomás, vos sabés que es broma, ¿cierto? —Me pregunta con seriedad.
¿Qué concha se supone que tendría que responder? muy apenas había procesado todo lo que había pasado en tan poco tiempo.
