Solía buscar el dolor en mi piel.
Me abría cada noche buscando eso que quería sacar.
De tanto que busqué me acabé obsesionando en encontrar mi cura.Hoy en día aún siento esa obsesión.
Cada vez que algo me duele me miro a mi misma, suplicando porfavor no volver a obsesionarme mientras muero de ganas de hacerlo.Quiero abrirme de nuevo.
¿Dónde está ese cristal que me acompaña desde hace tantos años?Los demás no me entienden.
Y me juzgan por lo que deseo hacer.
Por eso no puedo hacerlo.
No es normal.
No soy normal.Duele.
¿Y qué es lo que más duele?
Provocar un dolor para sacar otro.