Makoto Naegi nunca creyó terminar en tan humillante situación ¡capturado por un adolescente! aún peor, ¡un fan de aquella serie macabra en la que él alguna vez estuvo!
Naegi perdió la cuenta de cuantos días llevaba ahí, simplemente ya no importa...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
N. A -He de aclarar que los comportamientos dados en esta historia no son normalizados ni romantizados. Se ha de diferenciar la ficción de la realidad obvia. Perdonen si es corto, no he tenido muchas ideas.
TW: Nsfw leve
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narrador omnisciente:
Una cama, respiraciones agitadas, el peliazul encima de su mayor, con una sonrisa y nerviosismo obvio, pero aún así continuaba con sus toques, haciendo jadear al suertudo que estaba debajo suyo.
Mordió el cuello de Naegi, este reaccionó estremecimiento, esos ojos grisáceos con tonos amarillos le hipnotizaban, así que cuando el aspirante a detective se separó de su cuello, tomó su mejilla y...
Shuichi despertó.
-Mierda.- el detective maldijo, viéndose cansado, culpable por haber tenido un sueño húmedo con aquel indefenso jóven al que consideraba un ídolo.
Él era tan, lindo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Makoto Naegi:
Comí pocos bocados mientras lo veía sintiéndose culpable. Se veía en su comportamiento, más en aquellos ojos amarillos levemente grisáceos.
-¿Pasa algo? -dije mientras jugaba con la comida, esparciéndose por mi plato.
Rápidamente reaccionó a lo dicho-¿Uh? Oh, nada. -dijo mientras parecía estar centrado en su propio mundo.
Ví las marcas en mis muñecas y sentí como lo que había pasado anteriormente se recreaba en mi mente, me sentía mal, usado.
Al parecer él lo notó, por lo que solo, tomó mi mano de manera suave. -Lamento mucho lo sucedido, no ha sido mi intención ponerte nervioso. -creo que mintió con lo último, parecía como si él estuviese arrepentido realmente.
-Está bien. -dije nuevamente viendo a mi plato con culpa, no me gustaba que las personas se sintieran culpables, menos que llorasen.
-No, Naegi, no está bien. -dijo de manera brusca apretando mi mano, solté un quejido al tacto. -Te hice daño, eso me duele, me duele, me duele hacerte llorar, perdóname de todo corazón. No volverá a pasar. -dijo el adolescente viéndome a los ojos.
-Ya lo he dicho, está bien. -dije intentando no perder la compostura, no me gustaba verlo así.
-Si tú lo dices... -Dijo soltando mi mano.
-No tienes que preocuparte, ya has pedido perdón. -dije, aunque me sentía mal conmigo mismo, a él le dolía verme así, no me ha hecho nada, no me ha golpeado, esta fue la primera vez, él prometió no hacerlo nuevamente, así que esta bien.
Esto es jodidamente incómodo, no quiero comer, ni siquiera pienso hacerlo, él parece saberlo así que no me reprende, no hace nada al respecto. La tensión es tanta que creo que podría cortarla con un cuchillo.
-Makoto.. Solo quiero protegerte.
Esas palabras resonaron en mi mente, una parte mía estaba a punto de insultar al chico, y la otra, solamente vio esos ojos, esos ojos con lágrimas retenidas, esos malditos ojos que me herían el alma. Sus ojos me hacían sentir algo raro, hipnótico, como si fuesen joyas incrustadas en sus cuencas.
No le respondí, solo seguí comiendo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
