2022
Ser una mujer en uno de los ambientes más machistas del mundo no era fácil, y menos con el trabajo que tenía.
La traducción era algo que siempre le había gustado a Daniela. Desde chica miraba las películas y series en su idioma original, inglés, y empezó a ir a clases particulares para poder aprender más. Tenía una fonética envidiable, pero en lugar de dedicarse a la música se dedicó a la traducción.
– ¿Te guardaste todo, no? – escuchaba la voz de su madre, Mariana, a través de la videollamada – Mirá que si te olvidaste algo en esos hoteles no te devuelven nada.
No era un terreno muy habitado el de la traducción, en cuanto a lo laboral. Sí en ámbitos como el cine, literatura y demás, pero no en el entorno deportivo.
A eso se dedicaba ella.
– Si, ma. Sabés que soy bastante ordenada – contestó con cansancio, los vuelos le gastaban la energía –. Siempre hago una lista de lo que llevo.
– Es verdad, no sos como el pelotudo de tu hermano – soltó una risa nasal – .
– ¡Eh! Qué hablan de mí si no estoy presente – se escuchó el grito de Juan, su hermano del medio –. Che pajera – le dijo a su hermana apareciendo en la pantalla –, cuidate eh. Que no te boludeen.
– No le digas así – lo retó Mariana –. Tiene razón flaca, cuidate mucho mi cielo. ¡Avisame cuando llegas! – le tiraba besos mientras se despedía con la mano –.
– Obvio que no me van a boludear pedazo de tarado – contestó Daniela, fastidiada, rodando los ojos –.
Después de lo sucedido en su último trabajo no podía negar que estaba ansiosa y tenía miedo que salgan a la luz cosas del pasado en su nuevo laburo.
– Si Mari, les aviso por el grupo – dijo mirando su reloj de muñeca –. Si no estoy muy cansada los llamo. Se me hace tarde, ¡los amo! – mandó besos y cortó.
Se levantó de la silla en la sala de espera del aeropuerto y se dirigió a la fila para ingresar al avión. Volaba desde Cataluña hasta Manchester, un viaje corto en el que no podría cerrar los ojos ni un minuto debido a los nervios.
Daniela trabaja como traductora deportiva desde bastante jóven. Había arrancado con un voluntariado que había impulsado la CONMEBOL para jóvenes interesados en el deporte, y eso era ella.
El fútbol en Argentina es algo así como la herencia de bienes. Si a tu familia no le gusta el fútbol, probablemente a vos tampoco.
No era el caso de los Marchetti, iban todos los domingos a la cancha y se miraban todos los partidos de la fecha, incluso los de la reserva. Habían viajado por todo el país para ver a su equipo y hasta conocieron Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile y Ecuador por los torneos internacionales.
Tenían la suerte de ser una familia con un poder adquisitivo bueno, pero a pesar de eso Mariana y Gustavo, su padre, nunca dejaron de insistirles en que estudiaran para el día de mañana ser alguien en la vida. Juan era abogado y Felipe, su hermano mayor, contador público.
Se llevaban de maravilla entre todos, a pesar de que sus padres estuvieran divorciados.
Los extrañaba una banda, al igual que su país. Pero después de estar mucho tiempo sin laburo esto le venía de maravilla y no se podía negar.
Había recibido un mail del Manchester United para ser la traductora del equipo mayor. Ella aceptó y luego de tener una entrevista virtual la convocaron a una presencial en el club. Pagaron todos los viáticos, obviamente, y allí se encontraba, de camino a una nueva vida.
Su carrera no fue color de rosas todo el tiempo. Fue creciendo de a poco. Tuvo laburitos importantes en la Copa América 2015 y 2016, así también como en competiciones olímpicas, aquello dio frutos y la llamaron del Sevilla para ser la aprendiz del traductor del primer equipo. Claramente aceptó y es así como se fue a vivir a España.
Su excelente predisposición y facilidad para el aprendizaje escaló rápidamente hasta llegarle una oferta del, nada más ni nada menos, Real Madrid. La diferencia era que le ofrecían el trabajo de traductora del equipo mayor.
Aquello era innegable. No lo dudo y viajó hasta Madrid. Para qué pensaba ella ahora mirando hacia atrás.
Si no hubiese ido al Real muy probablemente su vida hoy sería otra, pero es una historia para otro momento.
Una vez sentada en la butaca correspondiente, miró la hora en su celular y suspiró mirando el techo. Cerró los ojos y rezó, sin hacerlo realmente ya que no era una persona religiosa.
Que sea una experiencia normal Barba, una te pido.
Abrió los ojos riéndose internamente de ella misma y se dedicó en todo el trayecto a repasar cuestiones para la entrevista propiamente dicha.
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ayyyyyyyyyy, primer cap.
como ya les comenté, va a ser una historia lenta. ABURRIDA NO, a mi me dan paja esas historias en las que los protagonistas se conocen en la primera escena y son novios en la segunda. horror eso.
espero que les cope tanto como a mí y voten que es MUY importante.
beso en la cachucha
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𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮𝘁𝗿𝗶𝗼𝘁𝗮𝘀
Fanfiction⎯ 𝘱𝘦𝘯𝘴𝘦́ 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘳𝘢 𝘫𝘰𝘥𝘢 𝘭𝘰 𝘥𝘦 "𝘤𝘢𝘳𝘯𝘪𝘤𝘦𝘳𝘰" ━━━━━━━━━━━━━━━━━━ lisandro martinez x oc ▸en proceso◂ ✯✯✯