Morder Tus Dedos

Capítulo 14 - Vecino

Chu Yu abrió los ojos. El sol brillaba un poco más allá de su ventana.

No había soñado en toda la noche y, por alguna razón, no estaba acostumbrado.

Entrecerró los ojos y se quedó un rato abrazado al edredón, luego levantó la mano e inexplicablemente golpeó con fuerza la pared— ¡Maldita sea, duele tanto!

Chu Yu emitió un "siseo" mientras jadeaba de dolor sujetándose los dedos enrojecidos.

Suspiro, ay, efectivamente, no he despertado ningún poder mágico como la piel de cobre y los huesos de hierro.

Lástima.

Después de dormir, su estado de ánimo se había estabilizado en su mayor parte.

Chu Yu rodó dos veces sobre la cama y luego saltó alegremente para lavarse la cara y enjuagarse la boca.

Cuando se miró en el espejo, encontró un mechón de pelo que sobresalía desordenadamente por encima de su cabeza. Chu Yu presionó el mechón con la mano izquierda y sujetó el cepillo de dientes con la derecha. Recordando algo, mordió el cepillo de dientes y cogió dos vasos de agua para regar la maceta de Strelitzia del rincón.

Antes de salir de su habitación, aquel mechón de pelo había sido finalmente suprimido con éxito, salvando un peinado intacto, por lo que Chu Yu estaba de buen humor mientras se preparaba para asistir a clase.

Cuando abrió la puerta y salió, la puerta vecina también se abrió al mismo tiempo.

Chu Yu levantó la vista— ¿Lu Shi?

Chu Yu se quedó en su sitio, parpadeó con sus ojos redondos y, sin expresión alguna, se dio la vuelta para abrir la puerta de su dormitorio. Entró, cerró la puerta, volvió a abrirla y salió.

Volvió a mirar y Lu Shi seguía allí de pie.

Chu Yu murmuró: "Resulta que no es una alucinación...".

Lu Shi miró el puñado de pelo mojado en la cabeza de Chu Yu, e inexplicablemente recordó la sensación de su pelo mojado y suave durante su encuentro con Chu Yu la noche anterior.

Respondió: "Hm, no lo soy".

Tal vez porque acababa de despertarse, la voz de Lu Shi era ligeramente ronca y su semblante mostraba un poco de frialdad no disimulada.

Cuando terminó de hablar, se dio la vuelta y bajó las escaleras.

Chu Yu le siguió. Estaba sorprendido, pero después de pensarlo, sintió que sería anormal que Lu Shi no fuera su vecino.

Los lujosos dormitorios unipersonales del Colegio Privado Jianing tenían unas condiciones de alojamiento de primera categoría dentro de su edificio de varios pisos. No había muchas habitaciones disponibles y siempre había sido imposible vivir en una sólo por dinero.

Por ejemplo, He Zhihao había querido ser vecino de Chu Yu y vivir al lado. Lloró y suplicó durante el primer año de instituto, pero aun así no le dejaron entrar.

En el caso de Chu Yu, después de que su madre comprara la escuela, su ayudante se encargó de todo y eligió especialmente para él el dormitorio más alejado de las escaleras de esta planta.

Estaba muy satisfecho. Era tranquilo porque la gente no pasaba a menudo por la puerta, así que era cómodo dormir allí.

Después de vivir aquí durante más de un año, Chu Yu sabía que en esta planta, todas y cada una de las habitaciones contando desde la parte trasera de las escaleras estaban ocupadas por los tres mejores talentos de cada grado. En cuanto a Lu Shi - el primero de su grado - ahora que asistía a la escuela principal, naturalmente también residía en este piso.