🗡𝓞𝓴𝓲𝓽𝓪 𝓢𝓸𝓾𝓳𝓲🗡

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Niñera

La vida no te pagaba lo suficiente y el claro ejemplo ers Okita, ese 'niño' te habia comenzado a sacar de quicio desde hace unos meses, antes no era asi ya que lo llevabas cuidando tres años y pensabas que con ese tiempo él y tu se habían hecho amigos, pero ahora parecía todo lo contrario parecía que te odiaba desde que habías comenzó una relación amorosa hace un par de meses atrás.

Hoy sus padres tenían que viajar y por eso te ibas a quedar por tres días hasta la llegada de ellos, podías dormir en la habitación de huéspedes hasta la llegada de los mayores.

─Okita-san.. ya esta la mesa─ avisaste para que viniera a comer.

Él bajo las escaleras de mala gana hasta llegar a la mesa y sentarse a comer, te sorprendió un poco eso ya que no era muy común su obediencia por eso los demás niñeros le decían 'niño demonio o niño loco' esos eran sus apodos antes.

─¿Y bien? Hoy como te fue─ preguntaste con una leve sonrisa.

─ Normal─ contesto seco.

─¿Que pasa? Okita-san.. ¿estas enfermo?─ tocaste su frente.

─Pense que te habias ido─ dijo con la mirada baja mientras masticaba un poco.

─Si... me fui por un tiempo a ver las posibles universidades en las que entrare.... perdón por no avisar ─ este era tu último año em la preparatoria y los últimos meses que lo verías. ─Pero pense que me detestabas─

Dejo los palillos a un lado parando de comer. ─Cuando vi la nueva niñera no eras tú... pense que ya te habias ido─ comento apretando las manos sobre el mantel de la mesa. ─Y la razón por la cual me habia portado asi fue por.... por....─ escuchaste atenta viendolo, pero él simplemente giro su cabeza evitando que vieras su rostro. ─Yo... yo...─ tartamudeaba evitando que hablara claramente.

Posaste una mano sobre su hombre y asentiste para tratar de calmarlo, pero al final de todo no pudo decir nada ya después de ese día volvio hacer el mismo de hace varios meses, más tranquilo y relajado aunque seguía siendo hiperactivo con sus entrenamientos en el antiguo arte del espadachin. Ya era el último día que lo cuidabas ya que sus padres iban a regresar, estabas en su habitación viéndolo practicar en un tapete extenso sobre el suelo, con una kanata de madera daba varias embestidas sobre el aire.

Sonreiste, te sentias orgullosa de él y de lo mucho que a crecido apesar de ser cinco años mayor que él ambos estaban casi a la misma altura, te recostaste su mana observando el techo unos minutos teniendo varios pensamientos en tu mente y uno de ellos era lo de tu relación, las cosas no estaban bien ya que viste en sus teléfono unos chat bastate raros de otras mujeres que eran sus 'amigas' no tenias nada encontra que tuviera amistades con mujeres, pero si llegaban a verse raras o algo parecido no te agradaba mucho cerraste los ojos trantando de descansar un poco.

. . .

─______─ alguien llamaba abriste los ojos poco a poco viendo la habitación de Okita. ─Hasta que despiertas─ suspirp mas tranquilo.

─¿Okita? Nunca te habia visto con el cabello suelto.. se ve muy bien─ él te dio la espalda rapido buscando entre el mueble su liga del cabello. ─Tranquilito... je..─ te acercaste a él para tomarlo suavemente de la mano lo obligaste a sentarse y con una liga que tenías en la muñeca comenzaste acoger sus cabellos castaños para cuando tenerlo todas comenzar atar su cabello. ─Creo que deberías cortarte ese flequillo.. casi tus ojos no son visibles─

O̸N̸E̸ S̸H̸O̸OT̸S̸ L̸EM̸O̸N̸ ||SNVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora