CAPÍTULO 2

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Me levanté a las 9:30, porque, aunque fuese sábado, siempre me levantaba a esta hora. Y te preguntarás: ¿Por qué te levantas a esta hora? Pues porque como mis padres trabajan el sábado por la mañana, yo aprovecho para limpiar la casa y hacer de comer. Hoy me apetecía hacer canelones, el problema es que no tenía los ingredientes necesarios y tenía que ir a comprar, pero primero iba a limpiar.

Empecé limpiando mi habitación, no estaba muy sucia porque se podría decir que siempre intento no ensuciar nada, soy fanática de la limpieza jajaja. Como iba a hacer una limpieza profunda, quité todo lo que tenía encima de la mesa y de las estanterías (que no era poca cosa).

Cuando limpié la estantería, me puse a ordenar los libros. En cada estante puse libros de diferentes autoras, tipo: en el estante de arriba del todo puse unos libros de bolsillos que tengo junto a unas velas y algún que otro ambientador. Y en los demás puse los demás libros bien ordenados y puse unos de los funko pops que me regalaron.

Pasé a limpiar la habitación de mis padres, tampoco estaba muy sucio porque pasaban poco tiempo aquí, bueno, mi padre. Mi padre a veces se quedaba en el hospital operando a quien necesitaba una operación urgente y tal, al contrario, mi madre nunca trabajaba de noche.

Seguí limpiando los 2 baños de la casa, la cocina y el comedor, y cuando miré el móvil, resulta que ya eran las 11:18. Me fui a dar una ducha caliente para relajarme y descansar. Luego me puse un pantalón de chándal beige y un top blanco. Me peiné y me puse un poco de corrector por la zona de la ojera, máscara de pestañas y gloss; maquillaje sencillo. Cogí el dinero necesario para comprar los ingredientes, el móvil y las llaves para después salir de casa.

La verdad es que para ser octubre y casi las 12 de la mañana, no hacía frío. Llegué al súper y me puse a buscar lo que necesitaba. Una vez lo tenía todo pagué y salí dirección a mi casa. Por mi mala suerte, empezó a llover, encima no tenía paraguas ni nada. Noté como alguien tocó mi hombro, y al girarme vi al chico que vi ayer en la discoteca. No mentira, el que me tocó el hombro fue un guardia de seguridad del súper porque resulta que me fui sin coger el cambio.

Llegué a mi casa empapada, nunca más salgo de casa sin una capucha o un paraguas, así de claro.

Me puse a cocinar los canelones viendo una receta por YouTube, ya que no me sé los pasos de memoria. Hoy no tenía ganas de hacer nada, no tenía ganas de salir. Cuando terminé de hacerlos puse un plato para comer y dejé los otros en la bandeja para cuando llegasen mis padres.

Mientras comía me puse a ver una serie de Netflix, más concretamente "You". La verdad es que no está ni tan mal, la recomiendo.

Después de comer, fui al lavamanos para lavar mi plato, la cuchara y el vaso para dirigirme a mi habitación. Quise distraerme con algo y como ya terminé el capítulo de la serie, me propuse encontrar algún trabajo para las tardes. Quería tener una responsabilidad aparte de estar estudiando bachillerato para poder pagar alguna de mis cosas; por ejemplo, ropa, algún viaje sola o con mis amigas, o alguna cena. Me puse a escuchar música mientras buscaba algo hasta que encontré uno, el cual consistía salir a pasear un perro y cuidar a un gato mientras el dueño de la casa salía a trabajar.

Envié el currículum a la persona de la oferta de trabajo rezando en que me contestara y no me dejara en leído (me ha pasado alguna vez). Vi la hora y vi que eran las 15:00 de la tarde. Como me estaba aburriendo mientras no veía contestación, pensé en salir a correr un rato para matar el tiempo. Me puse un pantalón corto y un top de deporte. Me hice una coleta alta y cogí el reloj que cuenta cuantos kilómetros hago y cuantas calorías quemo. También cogí los AirPods y el móvil junto a una botella de agua y una barrita de proteínas y lo puse todo dentro de una típica bolsa de deporte que luego me colgué en los hombros.

UNOS MESES SIN TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora