PROLOGO

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ASTRIANNY
La verdad nunca fui una chica que le daba ganas
de amar a una persona, ya que hace años había pasado por una experiencia traumática que me hizo crear un hielo en mi corazón, una especie de escudo para no volver a ser lastimada.
Siempre fui esa chica selectiva que no le gustaba estar con cualquiera, era la aburrida del grupo de ms amigas, ya que ellas se divertían cada semana con cualquier chico que se les cruzaba y yo simplemente aunque lo intentara no podía hacerlo, sentía que no encajaba.
Era la chica de Los Ángeles que menos le apostaba al amor, las relaciones serias y sentimentales estaban fuera de mi léxico, a veces pensaba que cada persona que se me acercara me estaría mintiendo y que saldría lastima, sí otra vez.
En mis tiempos libres me dedicaba a cuidarme a mí misma, cabe recalcar que creía en la magia blanca y la aplicaba en mi persona, en sentirme protegida, cuidada y
hermosa, me endulzaba a mí misma porque tenía el fiel pensamiento de que primero tenía que amarme yo para que alguien pueda amarme ya sea en un futuro cercano o lejano y de igual manera yo igual poder amar de la forma más pura.
Mi padre no era el mejor ejemplo sobre el amor real, ya que cuando mi madre se embarazo él se fue para otro País dejándonos completamente solas, fui creciendo con esa historia y no me ayudaba en nada el saber eso agregándole la historia amorosa traumática que tuve, cada vez mis posibilidades de volver a confiar en un hombre se volvían totalmente nulas en esto del amor.

ME NIEGO A PERDERTE AMÁNDOTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora