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¿Quién es Yang Jeongin?

Es un estudiante común y corriente que tiene una manía con ver pornografía en su cuarto a escondidas de todos, es el tipo de chico que va a una tienda a comprar revistas de chicas en ropa de baño y en algunas ocasiones casi desnudas que obviamente llamaban su atención y distraían su mente.

Jeongin es un hermoso rubio que tiene un atractivo increíble y sobrenatural ante toda la facultad, está orgulloso de su heterosexualidad, considerando que las mujeres son lo más precioso del mundo, su cuerpo, su rostro y sus delicadas voces, lo envuelven de una forma descontrolada.

El rubia había llegado a casa nuevamente para, en lugar de hacer su tarea, poner el CD que adquirió en esa tienda, mientras que se ponía esa cinta tomó las palomitas y la soda en sus muslos muy bien trabajados y sexys, según los comentarios de chicas que había podido escuchar.

Las portadas siempre son las más calientes - sorbió su bebida dirigiendo su atención a la televisión.

Jeongin siempre dejaba la ventana abierta que daba visión a su habitación, no era por ser descuidado, es que el edificio frente suyo, desde que se mudo hace tres años, había podido verificar que estaba completamente abandonado y que nadie vivía ahí como para ser cuidadoso o ser precavido.

Por lo que su descaro resplandecía con frecuencia porque estaba en su vivienda y hacía lo que se le daba en gana, casi siempre andaba en boxers en su hogar, algunas veces se la pasaba desnudo, como por ejemplo, al dormir, donde se le hacía cómodo despertar por las mañanas solo con el calor de la cobija encima suyo.

— J-joder, es demasiado bueno~ — su respiración cambió a unas más pesada y caliente.

Le encantaba mucho ver esos actos sucios y tocarse así mismo, porque bueno, el solo tenía sexo en ocasiones casuales, con chicas que entendían claramente que él nunca buscaría algo serio, pero al final de cuentas aceptaban el trato, porque, vamos es Yang, el chico más atractivo de sus vidas y de la facultad.

Ahora que no tiene novia y en ese tipo de circunstancias es donde su poderosa mano entra en acción.

Se bajó la ropa interior, y acarició su glande suavemente con gentileza

imaginando a mujeres desnudas y sexys, como las de esas revistas a un costado suyo de la cama, cuando se esforzaba hasta sentía temblores en sus piernas porque el orgasmo venía de forma lenta, suspiraba por alcanzarlo aunque ya le ha ocurrido muchas veces qué, no se venía, pero si se concentraba más, era seguro que podía obtenerlo.

Los sonidos de la televisión y las imágenes lo estaban poniendo más excitado, el calor se apoderó de él de un momento a otro, y aunque le costó, vió en su mano pre-semen lo que significó que ya andaba por un buen camino.

Haciendo un desastre con tal de qué llegara pronto para desestresarse, una paja animaba a cualquiera, era visible en él, sus mejillas estaban rosadas, su boca delgada abierta, su nariz y orejas sonrojadas y el pelo se lo acomodaba hacia atrás para que no le estorbara el trabajo con su amiguito.