Y acá estoy fingiendo que la olvide,
fingiendo que puedo volver amar,
pero de fingir esto no va a pasar por que un corazón roto no puede amar,
lo bueno de tener un corazón de hielo es que lo poco que siente es real,
lo malo es que cuando se rompe sus piezas se dispersan por todo el lugar algunas se derriten,
y queda con faltantes, jamas volviendo a ser el mismo parches
y muros de hielo lo rodean. De ser un corazón completo,
a ser corazón incompleto, incapaz de amar, en cuestión de segundos,
solo por el echo de decir una sola palabra "adiós".
Cuando ese corazón se rompió la poca felicidad que había en el se dreno dejando,
solo la amargura de los recuerdos de la mujer que amo.
Los recuerdos amargos de esa mujer, son los últimos hilos a los que se aferra,
un día esos recuerdos se van a ir, cortando esos hilos,
el tan bien se ira. Nadie jamas va a remendar ese corazón ya que la única persona capas,
hace mucho se alejo dejándolo en pedazos desaciendose,
bajo lagrimas bañadas en sangre, esas lagrimas como veneno caían sobre el,
lo que no rompió esa mujer, lo ahogaron sus recuerdos, que hasta este punto llegan.
En algún punto de la vida todos los hilos que nos atan a este mundo se cortan,
y acá se cortan los míos. Adiós
