Aquí estás a salvo, Jimin

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Resumen:

"Estoy seguro en casa, con mi novio. ¡No soy una maldita víctima!

 ¡No soy una maldita víctima!

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"Recuerda Jimin, no hablas con nadie". Jimin se llevó el teléfono a la oreja mientras salía del auto. El guardia de seguridad le estaba abriendo la puerta.

"Lo sé bebé, no te preocupes".

"No te quedes por mucho tiempo. Quiero que regreses a casa dentro de dos horas".

"Sí, bebé. No te preocupes. No me quedaré por mucho tiempo. ¿Hay algo que quieras del centro comercial?

"No, sólo quiero que te portes bien".

"Lo haré bebé. Te amo, nos vemos esta noche". Jimin colgó y siguió al guardia de seguridad. Llevaba un jogger negro, una gorra negra y gafas de sol negras, solo para no ser reconocido. Llevaba mucho maquillaje para tapar los moretones de su cara. Sus dedos todavía estaban entablillados, pero ya no le dolían. Yoongi había sido demasiado duro la noche anterior, golpeando a Jimin con tanta fuerza en la cara que toda su mejilla estaba morada. Jimin esperaba que nadie se diera cuenta.

Jimin se sintió abrumado por lo ocupado que estaba el centro comercial cuando finalmente salieron del estacionamiento. Hacía semanas que no iba al centro comercial. Ni siquiera estaba afuera con tanta frecuencia. Yoongi no se lo permitió. Saldría tal vez una o dos veces al mes. Yoongi sólo hacía una excepción cuando estaba con él. El guardia de seguridad caminó cerca de Jimin. Su trabajo era decirle a Jimin lo que podía y no podía hacer e informarle todo a Yoongi. Jimin se sentía como un niño pequeño, pero ya estaba acostumbrado. Esta era su vida ahora.

"Quiero ir primero a la tienda de Gucci", dijo Jimin. El guardia asintió y lo guió hacia la tienda. Jimin entró y empezó a comprar. No tenía que preocuparse por los precios ni por el dinero. Podía comprar lo que quisiera gracias a Yoongi. Escogió algunos bolsos, zapatos y ropa antes de ir a la caja registradora.

"Gracias por comprar con nosotros nuevamente, señor Park. Su total será de doce mil cuatrocientos dólares". Jimin asintió con una sonrisa y pagó con la tarjeta de crédito de Yoongi. El guardia tomó las bolsas y se marcharon. Jimin visitó un par de tiendas más, gastó miles de dólares y finalmente decidió que quería comprar pizza. El guardia entró a una pizzería para hacer un pedido para Jimin. Jimin se quedó afuera. Se quitó las gafas de sol por un momento y miró fijamente a la gente en el centro comercial. Todos parecían estar divirtiéndose. Como si fueran libres .

De repente, Jimin escuchó que alguien decía su nombre.

"¿Jimin?" Le dio al guardia, que todavía estaba esperando la comida, una rápida mirada antes de girar la cabeza. Era Jungkook. Su ex-amigo de mierda.

Mio para siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora