𝐀 𝐯𝐚𝐦𝐩𝐢𝐫𝐞'𝐬 𝐚𝐝𝐝𝐢𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧 (𝐁𝐢𝐥𝐥 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳) [Pausada]

03

Ethan Evans

— Adiós, humano — dijo ese hombre y salió

Pude escuchar la cerradura como si le estuviera pasando llave

El susurro algo, pero no escuché que dijo exactamente

Después escuché sus pasos alejarse

empecé a llorar

Otra vez

Me dolía el cuerpo

Me sentía sucio

¿Que hice para merecer esto?

Pase mis dedos por mi cuello, pude sentir los dos agujeros que me habían dejado sus colmillos

Que asco

Como pude me levanté de la cama

Vi que había como un cuarto al lado de la habitación, abrí este y vi que era un baño, entre en el baño, puse a llenar una tina que estaba allí, luego me mire en el espejo

Marcas...

Marcas...

Marca...

Marc...

Mar...

Ma...

M...

Lo único que veía era marcas por todos lados

Clave mis uñas en mis muñecas, siempre lo hacía cuando tenía ansiedad o estrés

— que horrible...

Me ardían

Solo quería irme a mi casa..

Voltee mi mirada y pude ver que la tina estaba llena, cerré la llave de está y luego quite la sábana que tenía que cubría mi desnudes, la tire en el suelo luego entre a la tina

Se sentia bien

Me sentía relajado

Pero sentía que esa sensación no había a durar mucho tiempo

— Necesito salir de aquí...

(...)

Ya había terminado de bañarme, había un pequeño clóset en el cuarto así que lo abrí, había muchos trajes más que nada, me puse uno de estos y peine mi cabello con mis manos

Me senté en la cama pensando en una manera de escapar

Mi teléfono, se me ocurrió, y empecé a buscarlo

Pasaron vacíos minutos y yo seguía buscando lo

— Mierda, ¿Dónde esta?

— ¿Buscas esto? — dijo una voz masculina — me voltee y vi y era el... Ese hombre que nisiquiera sabía su nombre, el estaba recostado de la pared con mi teléfono en su mano — por cierto te vez bien en traje

— no.. — dije

— puedo leer tu mente — me sonrió — se que quieres esto — empezó a mover mi teléfono

¿Será que dira eso para que lo admita?

— no lo digo para que lo admitas, es en serio, puedo leer tu mente — me dijo

— dame mi teléfono — le extendí la mano

— no.. — sonrió

— en serio, por favor dámelo

— se que intentarás escapar... Aunque igual si viene alguien lo más seguro es que no regrese a su hogar con vida

— ¿A qué te refieres? —pregunté