SUMISO (JINX) Finalizada

Castigo

🔞Contenido adulto y explícito

POV DAN

Sus pasos acercándose se acompasan al ritmo de mi errática respiración, es una mezcla entre miedo y excitación, algo único que solo puede experimentarlo el que lo vive en sus propias carnes. Se abre la puerta de la habitación, pero tal y como me ha ordenado y para no empeorar más las cosas, mi vista sigue fija en el suelo. Su aroma a menta y canela pronto inunda la estancia y el cosquilleo en mi bajo vientre se acrecienta, parezco demente, porque estando a punto de ser castigado, no puedo evitar sentirme ansioso.

De repente, sus zapatos negros y pulcramente impecables, son lo único que existe en mi campo de visión. Me siento pequeño a su lado, de buen seguro ahora mismo me observa desde arriba con absoluta prepotencia, pero no me la jugaré a mirarlo para comprobarlo.

–Buen perrito... veo que has cumplido todo al detalle, ojalá hubieras hecho lo mismo cuando te he llamado, ahora mismo nos estaríamos ahorrando todo esto. De todas formas, más tarde me explicarás que te traes con tu ex novio —esto último lo dice de un modo un tanto escalofríante.

—P... puedo explicárselo, señor... —de nuevo me ordena silencio mientras las yemas de sus dedos recorren lentamente mi columna vertebral.

Sin poder hacer nada para impedirlo, todos los vellos de mi cuerpo se erizan en respuesta a la sutil caricia que su mano me proporciona, pero al llegar a mis nalgas, todo se va a la mierda, pues una fuerte nalgada me obliga a sacudirme y levantar la vista de forma inconsciente.

—¿Te he dado permiso para dejar de observar el suelo, Kim Dan...?. No debes levantar la cabeza hasta que yo te lo ordene, no quiero cabrearme más... —trago grueso al darme cuenta que el juego ya no tiene nada de divertido.

Tendría que estar asustado y terriblemente intimidado, sin embargo, mi reacción es todo lo contrario, refriego mis muslos intentando paliar el intenso calor que emana de mi entrepierna, pues a pesar de todo, deseo con todas mis fuerzas ser castigado por él.

Ahora mismo está detrás de mí y noto como se arrodilla, se reclina un poco sobre mi espalda y pronto su cálido aliento roza de nuevo el lóbulo de mi oído.

—Ábrete bien de piernas... —susurra, a lo que torpemente acato al instante su demandante orden.

Su boca abandona mi oído y sus labios rozan mi nuca, para seguidamente pasear la punta de su lengua de forma tortuosa por todo mi cuello, mi miembro cada vez palpita con más fuerza y me siento muy caliente, me apena reconocer lo que puede conseguir sin apenas tocarme.

—¿Tan rápido, pequeño...? —pregunta socarronamente cuando una de sus manos acaricia mi pene y comprueba mi libidinoso estado.

—L... lo siento, señor... —es todo cuanto logro pronunciar.

—Empiezas lamentándote muy pronto, Dan. Ni siquiera he empezado a azotarte, pero tranquilo... ya tendrás tiempo de rogarme perdón —de repente, se levanta para ir en busca de algo, pero por desgracia, no puedo ver de qué se trata porque sigo mirando al suelo.

*

Algo de cuero roza mi mentón y me incita a levantar la vista del suelo, enseguida siento como ejerce un poco de fuerza con ello y me obliga a observarlo, y aquí lo tengo, con su impoluto traje todavía en su sitio y con una especie de fusta negra sosteniendo mi barbilla.

—¡Mírame, perro! —exclama molesto en cuanto desvio la mirada por varios segundos.

Intento poner cara de pena, mostrarme vulnerable para que sienta un poquito de compasión por mí, pero su forma de mirarme me dice que no me voy a salir con la mía, está frío y distante, aunque ya no sé si es porque está metido de lleno en su rol, o es otra faceta más de su indescifrable personalidad.